Aparición de una nueva Mona Lisa divide a expertos en Da Vinci
<P>Ayer, en Ginebra, se presentó la obra, que habría sido pintada entre 1503 y 1505 por el italiano.</P>
La Mona Lisa ha sido imitada mil veces. Satirizada por Duchamp y otros artistas, convertida en ícono de la industria turística, robada y maltratada por vándalos que le han lanzado pintura roja, ácido y hasta un vaso de agua. Pese a su accidentada historia, la pintura que cuelga en uno de los salones principales del Louvre, datada entre 1503 y 1519, nunca ha dejado de ser la obra más famosa del mundo y la más importante en la carrera del italiano Leonardo da Vinci. Incluso, en febrero pasado, cuando el Museo del Prado reveló la existencia de una copia realizada al mismo tiempo por un discípulo de Da Vinci (ver recuadro), la Mona Lisa mantuvo intacto su estatus de obra maestra. Hasta ahora.
Ayer, en Ginebra, la Mona Lisa Foundation presentó un retrato "rejuvenecido" de la Gioconda, que según Stanley Feldman, portavoz de la institución, sería nada menos que la versión original del cuadro, hecha años antes por el propio Da Vinci. A simple vista, el retrato presenta varias diferencias al del Louvre. Es más ancho, con un paisaje más simple y enmarcado en columnas pero, sobre todo, la mujer retratada luce 20 años menor. Además, está pintada sobre tela y no sobre madera, material habitual de Da Vinci.
No se trata de un descubrimiento nuevo. El primer registro que se tiene de la obra es su compra, en 1914, por el crítico y artista Hugh Blaker, quien se la llevó a su mansión en Isleworth, norte de Londres. De ahí que el lienzo se conozca desde esos años como la Mona Lisa de Isleworth. En 1962, la pintura fue comprada por Henry Pulitzer, quien guardó la obra por décadas en un banco en Lausana, Suiza.
La noticia generó inmediata controversia en el mundo del arte y algunos expertos dudan del hallazgo. La fundación, cuya web dice haber nacido en 2010, anunció que hoy exhibirá resultados de 10 años de investigación con escáneres láser aplicados a la obra, además del registro de historiadores de la época como Giovanni Lomazzo, quien en 1584 menciona la existencia de dos "Jocondas". También cuenta con el apoyo de Alessandro Vezzosi, director del Museo Ideale Leonardo da Vinci, de Vinci, Italia.
Entre los menos convencidos está Martin Kemp, profesor de Historia del Arte en la U. de Oxford y uno de los mayores expertos en el trabajo del artista florentino: "Las imágenes con reflectografía infrarroja y rayos X no son una prueba fuerte de nada. Sabemos que la obra del Louvre fue modificada por Da Vinci, y la Mona Lisa de Isleworth muestra ese estado final. Entonces, no podría haber sido pintada antes", dijo ayer. Consultado por La Tercera sobre el revuelo mediático del estudio, agregó: "La única evidencia que conozco de este caso es el libro publicado por Henry Pulitzer en 1966, una imagen difundida por la fundación y un catálogo escrito por ellos. La pregunta es si los dueños de la obra y la gente de la fundación son las mismas personas".
Tras la muerte en 1979 de Pulitzer, el cuadro fue heredado por su esposa, quien muere en 2008. En ese momento, la Mona Lisa de Isleworth pasa a un consorcio internacional y dos años después se crea la fundación, con sede en Zurich, para analizar la obra.
En el siglo XVI, el mercante Francesco del Giorno encargó al artista que retratara a su esposa, Lisa Gherardi. En esa época se creó el rumor de una segunda obra. En 1517, Giorgio Vasari, biógrafo de Da Vinci, escribió que el pintor comenzó una Mona Lisa en 1503, pero la dejó inconclusa. La teoría es que habría sido terminada por otro. Ello explicaría sus dos nombres: la Gioconda y la Mona Lisa. Siempre habrían sido dos.
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