Arena del Sahara es crucial para fertilizar la Amazonía
<P> Estudio de la Nasa mostró cómo el polvo del desierto africano cruza el Atlántico y desposita su potasio y fósforo en la selva brasileña. </P>
La distancia entre el desierto de Sahara y la selva Amazónica es de más de 5.000 kilómetros. Pese a la lejanía, un estudio de la Nasa demostró cómo ambos hitos naturales están muy relacionados.
Según la agencia espacial, las 125 millones de toneladas que se desprenden del polvo sahariano, cerca de 27 millones logran llegar a los suelos de las selvas amazónicas, entregando fertilizantes como fósforo y potasio, elementos vitales para el crecimiento y desarrollo de las plantas y árboles. El fósforo no se encuentra en abundancia en esta selva. Las lluvias en la región apenas aportan el 0,08% del fósforo en la zona.
La investigación se realizó gracias a la ayuda del satélite Calipso de la Nasa, lanzado el 2006 para estudiar la estructura de las nubes y las partículas de la atmósfera terrestre. El satélite tomó imágenes en tres dimensiones del traslado del polvo entre 2006 y 2013.
Esta es la primera vez en la historia que los científicos tienen una estimación de la cantidad fósforo que se transporta desde del desierto del Sahara hasta la Amazonía.
"Este estudio cuantifica con observaciones satelitales e imágenes en tres dimensiones los alcances del polvo y la cantidad de terreno que éste abarca en la Amazonía. Este polvo contiene el fósforo, potasio y nutrientes necesarios para las plantas del lugar. La selva Amazónica siempre ha sido vital en la regulación del clima de la Tierra", dice a La Tercera, Hongbin Yu experto del Centro Interdisciplinario de la Tierra (ESSIC) de la Nasa y autor del estudio, en el que también participaron la U. de Maryland (EE.UU.) y el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la Nasa.
Polvo en suspensión
La investigación también ayudará a los científicos a entender la importancia del polvo en el ambiente y los efectos que éste provoca en el clima local y global.
De hecho, en los cuatro primeros años que el satélite tomó imágenes, se pudo ver una diferencia de hasta 86% del polvo trasladado entre los años 2007 y 2011. Los encargados de la investigación creen que entre más precipitaciones haya en el desierto del Sahara, menor será el polvo que llegue al Amazonas.
"El registro de datos es de siete años, tiempo que es demasiado corto para observar las tendencias a largo plazo. Sin embargo, la investigación servirá para la comprensión de cómo el polvo y otros aerosoles de la atmósfera se comportan y cómo se mueven a través del océano", señaló Chip Trepte, encargado del proyecto del satélite Calipso de la Nasa.
En futuras investigaciones se espera saber la relevancia que tiene este polvo para las precipitaciones en la Amazonía.
"El polvo estaría causando efectos en las precipitaciones de las nubes", agrega Hongbin Yu.
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