Argentina veranea en los malls

Los transandinos volvieron a Chile, pero a diferencia de oleadas anteriores las postales playeras han sido reemplazadas por pasillos de centros comerciales. Y ante esto las tiendas nacionales, que son las grandes beneficiadas, han debido prepararse.




La bonaerense Andrea Gallardo se pasea con sus hijas y una amiga por el Parque Arauco. Vino a Chile de vacaciones, pero más allá de visitas esporádicas a Isla Negra y Valparaíso, decidió quedarse en un departamento de Las Condes que arrendó por una razón estratégica: queda cerca de los principales malls de la capital. “Preferimos Santiago porque sólo venimos a realizar compras. Vamos directamente a Forever 21 o H&M”, comenta Gallardo, quien ha recorrido todas las tiendas del Costanera Center, Parque Arauco y Alto Las Condes con una maleta roja para ir guardando las compras del día.

Su caso no es aislado. Según la división de estudios de la Subsecretaría de Turismo, en enero ingresaron a Chile 442.900 turistas argentinos, lo que representó un 57% más que el mismo mes del año pasado. Febrero ha estado incluso  mejor: entre el 1 y el 15 de este mes llegaron 663.175 trasandinos, un 62,3% más que el año pasado. Y muchos han hecho un turismo de shopping, al más puro estilo Miami.

Esto se ha notado en las tiendas, donde atribuyen el fenómeno al fin del llamado dólar tarjeta, recargo de 35% que tenían las compras hechas por los argentinos con tarjetas en el exterior y que fue revocado luego de que en diciembre el nuevo gobierno de Mauricio Macri dictara el levantamiento del cepo cambiario. Este factor se ha sumado a un cambio favorable para las compras de los vecinos del otro lado de la cordillera.

“El año pasado el promedio de una compra de ellos era de 150 mil pesos, y este año es de 400 mil. Ahora que no tienen el cargo de impuesto a la tarjeta, se nota la diferencia. Están felices, y yo también. Se volvieron locos comprando, los adoro”, dice Alicia Neira, gerenta de tienda de Gap en el mall Marina Arauco de Viña del Mar.

SALE
Diego Schneider viajó desde Buenos Aires directo a La Serena. Durante nueve días recorrió Tongoy, Los Molles, Maitencillo y Valparaíso y esta semana remató sus vacaciones con dos días de shopping en Santiago. "Aprovechamos las tiendas americanas que no están en Argentina, ya que a las chicas les encanta", dice saliendo de una tienda Forever 21 junto a sus hijos Sascha, Giona y Ciro.

En el Parque Arauco las visitas de turistas argentinos subieron un 30% este verano y por eso debieron prepararse con medidas como la tarjeta Travellers, que entregan con descuentos entre un 10 y 20% en tiendas y restoranes del centro comercial, como una manera de reemplazar el tax free inexistente en Chile. También se habilitó un servicio de custodia de maletas, las que muchos argentinos usan para ir guardando las compras que hacen durante la jornada de shopping. Una buena forma de graficar las visitas es en la entrega de la tarjeta, que en enero aumentó un 200%, en relación con el año pasado.

El ABC de la caza de clientes argentinos parte por la oferta, justamente lo que ellos llegan buscando en carteles que dicen “Sale” en grandes letras rojas. “Nosotros nos preparamos para tener focos de precios bajos. A ellos lo que más les llama la atención es la liquidación”, dice Neira.

Pero no buscan cualquier oferta, sino la de las tiendas que no encuentran en Argentina. Así explica José, quien trabaja como guardia en una de las tiendas del Costanera Center. ¿Cómo lo sabe? Sencillo, observando las bolsas con las que se pasean cargados por el mall, de marcas internacionales que no encuentran en su país, como Gap, H&M, Topman o Forever 21.

Neira cuenta que en su tienda del Marina Arauco se aprovisionan de productos donde se vea bien grande el “Gap” en polerones y poleras, lo que revela la primera gran diferencia con el cliente chileno. “Ellos son muy marqueros, por eso tratamos de tener a la vista productos que tengan el logo lo más grande posible, algo que no se ve tanto en el público chileno que compra acá”, explica la gerenta de la tienda GAP. Algo parecido es lo que pasa en MacOnline donde saben que los trasandinos arrasan con los iPhone y iPad de colores vivos, los mismos que los chilenos ignoran por llevarse alguno blanco, gris o negro. “Tratamos de tenerlos destacados y a la vista”, dice Guillermo Bravo, gerente comercial.

Pero no es el único plan de contingencia que toma en MacOnline, donde para Navidad, el período en que las ventas más suben, contratan más vendedores hasta llegar a los 50. “Los contratos los hacemos por tres meses. Así compensamos a los trabajadores que salen de vacaciones y la demanda en enero que sabemos es alta por los extranjeros”, dice Bravo, quien explica que en enero tienen 20% más vendedores que en un mes normal y en algunas semanas duplican las ventas de la anterior.

Diego Solari, encargado de las tiendas Samsung en Chile, dice que los argentinos no pasaron inadvertidos este año y que las ventas en sus tiendas se duplicaron en relación a enero del año pasado. En su caso se preparan con equipos liberados de fábrica (es decir, que pueden ser ocupados con compañías de otros países) y con “torpedos” para cada producto, con los que explican su valor en pesos argentinos y el ahorro que tienen al adquirirlo en Chile versus el precio de lista en Argentina. “Un S6, que allá está a 1.500 dólares, acá lo puedes encontrar en 900 dólares.  Un 40% de descuento”, dice Solari.

ENCARGOS
Deinevi y David llegaron desde el barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires, a pasar dos semanas en Maitencillo, aunque igual antes se tomaron un par de días para conocer Santiago y, claro, visitar sus centros comerciales. "Nos hicieron un encargo: un teléfono, el resto es ropa que nos compramos para nosotros", dice él cargado con bolsas. Su caso no es aislado, ya que en las distintas tiendas ve como algo común que lleguen en busca de cosas que les encargaron.

En MacOnline cuentan que los trasandinos compran de tres o cuatro iPhones o iPad, siempre de colores. “Es lo mismo que hacíamos nosotros antes, los llevan por encargos o para ‘matutear’ y así cubren los gastos del viaje o hacen negocios’”, dice Bravo. “Usan mucho el whatsapp, me piden la clave de wifi para conectarse y tomar fotos, así preguntan por el modelo y el color. Manejan la compra con una lista, para ellos y de regalos”, dice Jorge Peñailillo, manager store de Gap en Costanera Center.

Entre ropa para ellos, sus hijos y encargos de conocidos una compra promedio de un argentino es de unos 400 mil pesos en las tiendas de ropa. Una nueva invasión que es difícil se disipe en 2017, aunque quizás salga del mall. “Ya decidimos que vendremos el próximo año. Incluiremos un poco de playa a las compras…”, dice antes de despedirse Andrea Gallardo, después empuja su maleta roja y sigue comprando.

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