Arsénico: El nuevo sospechoso en la muerte de Jane Austen
<P>La escritora de <I>Orgullo y prejuicio</I> murió sin un diagnóstico claro. Una reciente teoría apunta a un error de la época. ¿Fue culpa del veneno? </P>
Ella, que siempre se burló de los quejumbrosos en sus novelas, que usó los malestares y los desmayos como chivos expiatorios con que sus personajes se salían con la suya, tal vez estaría sorprendida de saber que, luego de 200 años, la explicación de su muerte sigue siendo un misterio y que sus quejas y desmayos son hoy analizados con fascinación científica.
De la vida de la famosa escritora Jane Austen se sabe muy poco y, paradójicamente, su muerte, aunque incierta, es uno de los episodios con más elementos disponibles para analizar. Desde los 60, médicos y fanáticos han intentado diagnosticar lo que mató a la autora inglesa de 41 años. Una última teoría es la más osada: La novelista de misterio y criminóloga, Lindsay Ashford, piensa que resolvió el caso. Austen, asegura, murió de envenenamiento por arsénico y los científicos podrían comprobarlo.
Los Hechos
En abril de 1817, Austen escribió su testamento en el que le dejaba casi todo lo que tenía a su hermana Cassandra. Jane ya había escrito Orgullo y Prejuicio, Sensatez y Sentimientos y tenía un grupo de fanáticos lectores. Semanas después, ambas se mudaron a Winchester para que la debilitada Jane estuviera cerca de su doctor. El 18 de julio, Jane murió en los brazos de su hermana y el doctor que la atendió no dejó registro de diagnóstico.
Evidencia
Durante el año anterior a su muerte, mientras vivía en su casa de Chawton (hoy es su museo), sus malestares fueron registrados en las cartas que Jane les envió a familiares y amigos. En septiembre de 1816, habló de su dolor de espalda en una carta a su hermana. En ella decía que había disminuido desde la última vez que se vieron. Pero dos meses después tuvo que rechazar una invitación por la reaparición de sus dolores.
A los malestares se había sumado otro que el primero de los investigadores de su muerte, Sir Sachary Cope, explicó como "alguna irritación gastro-intestinal", en una publicación de British Medical Journal, en 1964. Nueve meses después de sus primeras dolencias, había dejado de escribir "cualquier cosa que no fuera absolutamente necesaria". Sin embargo, mantuvo su lucidez: "Mi cabeza ha estado siempre clara; mis principales sufrimientos son las noches de fiebre, la debilidad y el letargo". Así, los dolores iniciales de Jane -de espalda y rodilla- cambiaron por los gastrointestinales, la palidez, y los desvanecimientos constantes.
Hipótesis
Analizando las cartas, Cope propuso que el mal de Addison -deficiencia hormonal causada por daño a la glándula adrenal- explicaría su cansancio, mal colorido, ataques gástricos y dolor. Luego, Claire Tomalin, biógrafa de Austen sugirió en 1997 que un cáncer al sistema linfático sería más adecuado. Pero en 2009 otra publicación de British Medical Journal descartó el mal de Addison, alegando que la mayoría de los pacientes sufren confusión mental y pérdida de peso y apetito, síntomas que no aparecen en las cartas de Austen.
Ashford, escritora de misterio y autora de la novela de ficción La misteriosa muerte de la señorita Austen, quiso investigar la muerte de Austen y vivió tres años en Chawton. Releyó libros, revisó sus cartas y, gracias a su formación como criminóloga y varias investigaciones sobre envenenamiento, la pista más escurridiza tuvo sentido. El envenenamiento por arsénico produce, por ejemplo, una curiosa despigmentación en la piel, en que hay zonas que acumulan o pierden melanina provocando manchas blancas y oscuras como las que describe Austen en sus cartas. La pregunta es quién se lo dio a la escritora y por qué.
Escena del crimen
El arsénico es uno de los secretos culpables de la sociedad británica del siglo XIX. Por un precio no mayor al de una taza de té, se podía comprar suficiente arsénico para matar ratones por más de un año, aunque este no fue el único uso que la sociedad victoriana le dio.
El libro El siglo del arsénico: cómo los victorianos británicos se envenenaron en sus casas, trabajos y juegos revela cómo el arsénico, el mismo veneno con que la dinastía de papas Borgia se deshizo de sus enemigos, fue usado como medicamento. James C. Whorton, autor del libro y profesor de bioética de la U. de Washington, dice a La Tercera que los doctores recetaban Solución de Flores, que contenía arsénico: "Se pensaba que la enfermedad misma era un tipo de veneno en el cuerpo y que se podía combatir con otro veneno para eliminarla, como se hace con el cáncer y la quimioterapia. Era positivo que el paciente vomitara tras tomar el remedio".
Recién en 1880 los médicos concordaron en que el arsénico era peligroso. Pero a principios de siglo XIX, el arsénico incluso fue usado como estimulante sexual para los hombres y cosmético para las mujeres. Más allá de los dolores estomacales, tras 45 minutos aumenta la circulación sanguínea, lo que pudo haber tenido efectos afrodisiacos en los hombres, mientras en las mujeres empalidecía la piel sonrojando sus mejillas, a la usanza victoriana.
Caso
Aun así se sabía que el arsénico podía ser mortal. Y como hasta 1836 no había forma de identificar el veneno en un cadáver, llegó a ser el arma de los débiles, de las mujeres, de las matricidas del siglo XIX. Los expertos en Austen descartan que Cassandra haya matado a su hermana (tras morir Jane, escribió fue como perder una parte de sí misma).
Aunque Ashford no descarta que Austen haya sido asesinada, piensa que fue envenenada sin intención. Los dolores que Austen describe (de espalda y piernas) podrían haber sido identificado como reumatismo, cree Ashford. Y de hecho, según Whorton, a comienzos de 1800 muchos médicos reportan haber prescrito Solución de Flores para reumatismo. "Al tomarlo por un largo tiempo, perfectamente podía deteriorar tu salud y matarte", agrega Whorton.
Esta es una teoría que la ciencia puede comprobar fácilmente. Cuando Austen murió, Cassandra cortó parte de su pelo y lo repartió entre seres queridos. Dos coleccionistas, Alberta y Henry Burke, tenían uno de estos mechones y, por razones desconocidas, testearon que tuviera arsénico y el resultado dio positivo. Luego, donaron el mechón al Museo Casa de Jane Austen, en Chawton.
Burke murió en 1989 y los resultados del examen no han sido hallados. El pelo se podría volver a examinar sin dañarlo, pero el Museo -que conoce la hipótesis de Ashford- no ha decidido si se vuelven a hacer las pruebas.
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