Así es el Año Nuevo Chino en Taiwán
<P>La isla se alista para dos semanas llenas de celebraciones. Dragones, leones, fuegos artificiales y curiosas costumbres ancestrales convergen en este evento, que es considerado el más importante y espectacular del año. </P>
TAIWAN se jacta de ser un país muy moderno. Sin embargo, su sociedad tiene una postura férrea a la hora de resguardar lo mejor posible las tradiciones de la cultura china. Tal vez sea la nostalgia de considerarse chinos alejados de la China continental, pero aquí las celebraciones milenarias se viven con la mayor intensidad posible. Ese es el caso del Año Nuevo lunar. O más conocido como el "Año Nuevo chino" en Occidente.
La fiesta está basada en el calendario lunisolar que tradicionalmente se utiliza en China. Comienza el primer día del primer mes lunar (que este año será e1 viernes 31 de enero, iniciando el "año del caballo") y termina 15 días después con uno de los eventos más llamativos: el Festival de las Linternas.
Durante las dos semanas de celebración, es posible presenciar un sinfín de curiosas y únicas tradiciones locales. Una de las más llamativas es la locura de todos por volver a casa y pasar las fiestas con la familia. En China, esto da lugar a la mayor migración humana del mundo, conocida como "movimiento de la primavera", que siempre termina en atochamientos gigantescos, trenes repletos hasta los techos y esperas de días para conseguir un boleto de transporte. Aquí en Taiwán (por razones geográficas y demográficas) la cosa es mucho más calmada, aunque las festividades también tienen un matiz principalmente familiar. Los días transcurren entre petardos, pancartas con buenos deseos, disfraces y danzas.
Todo nació con la leyenda del temido monstruo llamado Nien, el que -se suponía- se comía a las personas en vísperas de Año Nuevo. También se creía que la criatura le temía sólo a tres cosas: al color rojo, al fuego y al ruido. Los antiguos pegaban lienzos de papel rojo en las fachadas de sus casas, iluminaban las calles con antorchas y lanzaban petardos durante toda la noche. Al otro día, los vecinos se saludaban por haber burlado al monstruo y se daban buenos deseos para el año venidero.
Eso derivó en frases que piden buena suerte, longevidad y riqueza, que en la actualidad se escriben y se cuelgan en las paredes. La mitología indica también que, durante estas semanas, los dioses suben hasta el cielo para reportarse con el Emperador de Jade, la más sagrada de las deidades taoístas. Por eso, es usual que la gente queme dinero de papel con el fin de "costearles el viaje" a los dioses. Además, se entrega dinero en un sobre rojo (llamado lai see) a ancianos y niños durante el primer día de la celebración, como símbolo de "buen augurio", y permanecen despiertos toda la noche que despide el Año Viejo, ya que la tradición dicta que esto ayuda a los padres a tener una vida más larga.
Al comenzar el nuevo año, se suele conmemorar primero a los antepasados, luego a los dioses y, finalmente, a los ancianos. Siempre en ese orden. El segundo día, las hijas casadas retornan al hogar de sus padres y, si el matrimonio fue reciente, debe acompañarla el marido y llevar regalos para la familia. La tercera jornada del año es todo lo contrario a la primera y hay que acostarse temprano. Eso porque se supone que los ratones cazan a sus crías y hay que guardar silencio para que puedan hacerlo tranquilos.
Una de las celebraciones más extraordinarias del Año Nuevo lunar es la Danza del León y del Dragón. Es quizás una de las postales más conocidas de la fiesta, que ha sido retratada en innumerables películas: una decena de artistas dan movimiento a los animales mientras se mueven entre la multitud al ritmo de gongs y tambores. Generalmente, los bailarines son practicantes de kung-fu, y el baile de las coreografías se coordina, además, con el lanzamiento de fuegos artificiales. Se supone que tanto dragones como tigres tienen la capacidad de ahuyentar el mal y, mientras más largos sean, más suerte traen. Por eso hay algunos que llegan hasta los 100 metros de longitud.
La guinda de la torta de las celebraciones ocurre al cierre, en el decimoquinto día del nuevo año. En el distrito de Pingxi, en Taipei, tiene lugar el Festival de las Linternas, otro acontecimiento muy tradicional que congrega el interés de locales como turistas. En la noche, la gente saca a relucir sus linternas hechas de papel (conocidas como khoom fay) que flotarán por los aires luego de ser encendida una base de parafina en su interior.
Aunque su uso se inició como artefacto militar, hoy la gente las utiliza para elevar sus deseos al cielo. Estos se escriben en las linternas y, mientras más altos lleguen, es más probable que sean concedidos. Son cientos de miles las que se lanzan durante la noche.
Además, el festival taiwanés durante las últimas décadas ha añadido tecnología al festejo, con juegos de luces, espectáculos pirotécnicos profesionales y linternas gigantes relacionadas principalmente con los animales de la astrología china, que llegan a medir hasta 10 metros.
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