Auge económico provoca migración hacia ex Alemania Oriental

<P>Por primera vez en 15 años, en regiones como Sajonia y Brandeburgo, son más las personas que llegan que las que se van.</P>




A primera vista, parece como descender un escalón. Sebastian Müller, quien trabajaba como ingeniero para la fábrica de automóviles Audi en 2010, tenía un departamento en Munich y un salario anual de US$ 75.000. Regresó al Este, a la región de Oberlausitz, donde trabaja para un distribuidor automotriz. Gana menos, está lejos de cualquier partido de fútbol profesional y en vez de ir a alguna función del Teatro Estatal Bávaro de Munich, tiene que conformarse con obras de marionetas.

Pero Müller, de 30 años, regresó al Este por iniciativa propia. Hizo sus maletas y volvió al lugar que había dejado para irse a estudiar.

Müller encontró su empleo actual en la ciudad de Grosspostwitz, a través de un aviso para retornados en internet publicado en el sitio de la Cámara de la Industria y Comercio de Sajonia. "Estoy más satisfecho de lo que nunca estuve en Alemania Occidental", dice.

Por mucho tiempo, el flujo de migración en Alemania se movió principalmente en una dirección: desde el Este, antiguamente comunista, hacia el Occidente más próspero. La ex Alemania Oriental ha perdido cerca de dos millones de personas que han migrado desde 1990. Pero la tendencia, al menos en algunas regiones, se está revirtiendo. Los alemanes del Este han comenzando a volver. El año pasado, por primera vez desde 1997, se mudó más gente a Sajonia de la que se fue. Berlín y Brandeburgo también tuvieron tasas de migración neta positivas. Y aunque Turingia sigue perdiendo más residentes de los que gana, las cifras indican que en 2011 se mudó al estado más gente que nunca en 15 años.

Ya no se trata de estudiantes huyendo de los altos aranceles universitarios o de jubilados de Occidente que invierten sus ahorros en Alemania del Este. Los retornados constituyen lejos el mayor grupo de migrantes. De acuerdo con cálculos del Instituto Alemán de Investigaciones Económicas (DIW Berlín), ellos representan casi la mitad de los migrantes que se mudan de Occidente a Oriente. "Hemos notado una fuerte tendencia al retorno", dice Alexander Kubis, del Instituto para la Investigación del Mercado Laboral (IAB), con sede en Nuremberg.

Costo de vida

Los motivos varían. En el caso de Sebastian Müller, fue la añoranza. Al poco tiempo se dio cuenta que Occidente no era lo que había imaginado. Su novia se mudó con él y también encontró trabajo en Munich, pero el arriendo del departamento en la capital de Baviera les consumía casi todo el salario. A Müller le costó trabajo hacer amigos en su nueva ciudad y se sentía perdido en la multitud de su trabajo. Cuando volvía a casa para eventos familiares, se sorprendía con los cambios. Había nuevas construcciones y nuevos trabajos. "De pronto comencé a sentir que Munich era el lugar equivocado para mí", dice.

Probablemente Müller no habría sentido lo mismo si el Este no hubiera experimentado un progreso económico. Sajonia y Turingia vieron las mayores bajas en el desempleo en los 16 estados de Alemania el año pasado, y el desempleo también ha caído en los estados nororientales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Berlín y Brandeburgo. Por supuesto, estas estadísticas son relativas, dado que el Este tiene más del doble de personas desempleadas que Occidente. Pero en Sajonia, la densidad laboral ya es más alta que en los estados occidentales de Baja Sajonia y Renania-Palatinado.

"En este momento, nadie se ve obligado a dejar nuestro estado para encontrar una práctica profesional", dice el gobernador de Brandeburgo Matthias Platzeck.

Joachim Ragnitz, director del Instituto de Economía IFO en Dresden, cree que la desilusión con Occidente es al menos tan importante como la reactivación del Este. Aunque el ingreso promedio en Occidente es todavía un 25% más alto que en el Este, la diferencia se reduce al considerar las rentas y el costo de vida.

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