Balnearios restringen publicidad y teams en sus playas

<P>Santo Domingo y Zapallar prohíben la "invasión" de marcas.</P>




"Si los inspectores ven que un vecino está en la playa con un quitasol con marca, le informarán de la ordenanza y le dirán que no puede llevarlo más, porque está prohibido", dice Eliecer Fuenzalida, administrador municipal de Zapallar. Así de estricta es la ordenanza local de Publicidad y Derechos en el balneario de la V Región, donde los vendedores de helado, palmeras y cuchuflíes tampoco pueden pasearse entre los turistas de Laguna, Cachagua y la playa de Zapallar. Exigencias que se repiten en otros balnearios, como Santo Domingo, y que tienen su contrapunto en Viña del Mar, donde se concentran los teams.

"Somos restrictivos, porque es una tradición de los mismos vecinos zapallarinos que piden no ser molestados en su descanso ni ser invadidos por publicidad. Las playas de Zapallar se caracterizan por ser las más tranquilas. Nada de quitasoles con marcas, teams ni banderas, sólo descanso", dice Fuenzalida.

La ordenanza es de 1991, pero hace siete años que se cumple estrictamente, con multas que pueden ir de 1 a 5 UTM. La salvedad es un reducido grupo de vendedores autorizados en el sector de La Rambla.

En Santo Domingo, la norma es de 2007 y, por acuerdo del concejo municipal, prohíbe los teams en general y, principalmente, cualquier publicidad de alcohol y tabaco en las playas. "Eso no está autorizado bajo ningún motivo, sí está permitido servicios como bancos, instituciones financieras, diarios", dice Claudio Orozco, encargado de Rentas.

El funcionario aclara que no hay restricción para el uso de quitasoles o reposeras con marcas ni para vendedores enrolados por el municipio este verano.

Distinto es en Viña y Reñaca. Por concepto de publicidad en sus playas, en sólo dos meses el municipio recauda más de $ 150 millones, explica Gerardo Casas, director municipal de Rentas. El verano pasado, añade, fueron más de 60 los teams. El peak se da la semana previa al Festival de la Canción y durante ese evento. Hasta ahora, sin embargo, sólo una marca ha pedido permiso: por pasear a sus promotoras tiene que pagar seis millones 900 mil pesos.

"No hay restricciones con los teams, porque a la alcaldesa le fascinan. No provocan daños y a la gente les gusta. Es un atractivo turístico también", dice Casas. La única restricción es que no se instalen en la costanera o la vía pública para no generar atochamientos.

Lo que sí está prohibido en Viña, precisa Casas, son quitasoles con marcas, banderas -a excepción de fechas de eventos- y vendedores ambulantes, con excepción de de los concesionarios. Tampoco habrá nuevas pantallas led o tótemes y paletas con publicidad, "porque estamos haciendo una modificación a la norma para 2012". Una restricción que no se cumple, al menos en recta Las Salinas, donde hace unos días se instaló nuevo andamiaje.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.