Banco Central mantiene la tasa y el sesgo contractivo, tras efectos acotados del Brexit
<P>Por séptimo mes consecutivo dejó la TPM en 3,5% y los analistas prevén que seguirá ahí por largo tiempo.</P>
No hubo sorpresas. Por séptima vez consecutiva el Banco Central mantuvo en 3,5% la tasa de interés política monetaria (TPM) y de acuerdo con la estimación de los analistas permanecerá en ese nivel por largo tiempo.
Para el BC "la principal novedad -en el escenario externo-, ha sido el limitado efecto del resultado del referéndum en el Reino Unido". Destacó que las perspectivas de crecimiento mundial no han sufrido mayores variaciones y las expectativas del mercado apuntan a una mayor expansividad de la política monetaria en las economías desarrolladas.
De hecho, esta semana, el índice MSCI recuperó todo lo que había perdido tras el Brexit, y el dólar dejó de ser buscado como moneda de refugio, lo que ha llevado a una apreciación de las monedas emergentes, incluido, el peso (ver página 41), lo que el ente rector da cuenta en una línea.
A nivel local el Banco central consignó que si bien la inflación de junio (0,4%) fue mayor que lo esperado, su trayectoria "se inscribe dentro de lo previsto en el Ipom" y precisa que seguirá monitoreando con especial atención esta variable. Los economistas esperan que este mes la inflación vuelva al 4%, medida en 12 meses.
Respecto a la economía, el Central plantea que los datos de actividad y demanda del segundo trimestre confirman un crecimiento acotado. En el mercado sitúan la expansión del segundo cuarto del año en torno a 1,5%, más bajo que el 2% del primer trimestre.
En este escenario el consejo mantuvo el sesgo retrictivo planteado en el comunicado anterior (ver recuadro).
Reacciones
Para Antonio Moncado, economista de BCI Estudios, el BC mantiene el sesgo restrictivo "porque la inflación todavía no se introduce dentro del rango de tolerancia de la política monetaria". A su juicio, una vez que lo haga, podría modificar el sesgo a uno más neutral.
Una visión similar tiene Gonzalo Sanhueza, economista de Econsult, quien estima que la decisión del ente monetario responde a una intención comunicacional de mostrar inquietud por la inflación. "Mantuvo el sesgo restrictivo, y creo que no quiere usar un lenguaje más neutro mientras la inflación esté por sobre el 4%", sostuvo. Por lo demás, añadió, "hoy (ayer) fue la reunión del Banco Central de Inglaterra y ellos mantuvieron su tasa de política monetaria, dijeron que un posible cambio lo iban a ver en agosto (...) si en el país en donde comenzó la incertidumbre su política monetaria no reaccionó, menos iba a hacerlo el Banco Central de Chile".
"Este comunicado da cuenta de una señal algo más a favor de elevar tasas en un horizonte amplio respecto a lo que nosotros teníamos incorporado. Dadas las condiciones que estamos viendo: actividad económica más debilitada y un tipo de cambio que no ha mostrado depreciaciones significativas en el último tiempo, creemos prudente realizar un próximo movimiento de la tasa a mediados del próximo año", afirma Felipe Ruiz, de Bci Estudios.
Para el académico de la U. de Chile, Alejandro Alarcón, "las expectativas están bien ancladas para que el año 2017 la inflación llegue al centro del rango meta, mientras eso no cambie no va a cambiar la TPM".
¿Shock desinflacionario?
Para el BBVA lo más llamativo fue la referencia a la apreciación del peso. A su juicio, no es parte del escenario base del BC, y "más preocupante, apoya poco la recuperación y reasignación de recursos hacia sectores transables y podría estar alimentando un shock desinflacionario de mediano plazo demasiado significativo", precisan.
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