Barack Obama pide calma ante posibles ataques contra musulmanes tras tiroteo

<P>Llamado del Presidente de EE.UU. -al que se sumaron agrupaciones árabes e islámicas norteamericanas- se produjo en respuesta a las tensiones generadas por la identidad del autor del ataque a base militar en que murieron 13 personas.</P>




"Yo advertiría en contra de sacar conclusiones hasta que tengamos todos los hechos". El Presidente de EE.UU., Barack Obama, salió así al paso de los temores que han surgido en ese país por posibles represalias contra la población árabe y musulmana, desatados por el tiroteo que en una base militar de Texas protagonizó un siquiatra del Ejército hijo de palestinos que mató a 13 personas.

Según testigos, el mayor Nadil Malik Hasan, identificado como responsable del ataque, gritó "Allahu Akbar" -lema religioso que en árabe significa "¡Alá es grande!"- antes de abrir fuego. Si bien aún no se han aclarado los motivos tras el peor tiroteo ocurrido en una instalación militar en suelo norteamericano, la familia de Hasan emitió una declaración en la que aseguró que sus acciones eran "despreciables y deplorables".

Por su parte, grupos árabes y musulmanes en EE.UU. dijeron que temían represalias, mientras que otros condenaron el hecho, además de ofrecer sus condolencias a las familias de las víctimas y de resaltar que ninguna ideología política o religiosa justificaba la violencia.

"(El tiroteo mostró) lo peor de la naturaleza humana, pero hemos visto también lo mejor de EE.UU.", dijo ayer Obama durante su discurso radial de los sábados, en referencia al auxilio que los uniformados dieron a sus compañeros caídos.

En una medida destinada a reducir las tensiones, el gobernante reconoció a aquellos que trabajan o han prestado servicio en el Ejército y recordó la diversidad en las fuerzas estadounidenses. "Son estadounidenses de todas las razas, de todas las religiones y de todo tipo. Son cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y no creyentes", dijo Obama a cuatro días de que en EE.UU. se conmemore del Día de los Veteranos de Guerra.

Mientras Hasan y la mayoría de los 37 que hirió en el tiroteo continuaban su recuperación, ayer empezaron a conocerse nuevos testimonios de cómo se puso fin al incidente.

Uno de ellos provino de Mark Todd, el compañero de Kimberly Munley, la policía "héroe" que redujo a Hasan luego de que ambos resultaran heridos tras dispararse mutuamente. "Tan pronto como llegamos, 'comenzó el juego', y fue entonces cuando se intensificó e hicimos lo que teníamos que hacer", dijo Todd.

Otro héroe, según la prensa norteamericana, fue el soldado Marquest Smith (21 años), quien estaba en un cubículo cuando escuchó los tiros. Tras ello, Smith corrió hacia una puerta lateral del edificio asaltado por Hasan, empujando a otros dos militares hacia afuera. Smith volvió a entrar y sacó a dos heridos, tras lo cual retornó una vez más al edificio y esa vez se topó con el agresor. "Solo vi su espalda y comencé a correr", dijo. "Entonces oí y sentí las balas pasando cerca de mi cabeza a ambos lados y alojándose en la pared".

Por otra parte, el ex presidente norteamericano George W. Bush y su esposa, Laura, ayer visitaron a los heridos en el ataque.

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