Bases de Colombia serán las únicas de EEUU en la región tras cierre de Manta

<P>El Presidente colombiano Alvaro Uribe llegará hoy a Chile a explicar el acuerdo que permitiría a las tropas estadounidenses ocupar siete bases en su país.</P>




Hace tres semanas, Estados Unidos realizó el último vuelo antinarcótico desde la base ecuatoriana de Manta, donde operó durante 10 años, completando un total de 5.800 misiones. El convenio especial firmado entre Quito y Washington -que no fue renovado por el gobierno de Rafael Correa- permitió que 1.758 toneladas métricas de cocaína fueran decomisadas y se transformó en la base militar clave de EE.UU. en la región. Tras perder la estratégica sede, la administración de Barack Obama pretende concretar un acuerdo con Colombia, hecho que ha sido cuestionado por países como Brasil, Venezuela y Chile. Por ello, el Presidente colombiano, Alvaro Uribe, inició ayer una gira sudamericana y hoy se reunirá con Michelle Bachelet para explicarle el alcance del pacto.

El gobierno colombiano anunció ayer que, de aprobarse el nuevo acuerdo de seguridad con Estados Unidos, tropas de ese país tendrían acceso a siete bases militares en Colombia. El ministro de Defensa, Freddy Padilla, dijo que serían utilizadas las bases aéreas de Malambó, ubicada en el Caribe; Palanqueros, en el centro, y Apiay, en el oriente. Las del Ejército serían las de Tolemaida, en el centro, y Larandia, en el sur. Las bases de la Armada serían una ubicada en el Caribe y la otra en el Pacífico. Así, EE.UU. reemplazaría su única base en Ecuador -que deberá entregar en septiembre- por siete sedes en Colombia, donde instalaría su Puesto de Operaciones de Avanzada (FOL).

En Manta, EE.UU. podía mantener un máximo de 450 soldados y estacionar hasta ocho aviones para el rastreo de naves y submarinos utilizados por los carteles de la droga. Los operativos estadounidenses cubrían un área de 6.400 kilómetros sobre el Pacífico y solían llevarse a cabo en coordinación con las bases de EE.UU. en El Salvador y Curazao. Antes que se abriera la posibilidad de tener bases en Colombia, Washington habría explorado una opción en Perú. Así lo dijo a mediados del año pasado el entonces comandante del Ejército peruano, Edwin Donayre.

La idea era la construcción de una base aérea en Ayacucho, 575 kilómetros al sur de Lima, donde en su momento Sendero Luminoso tuvo su bastión. También, tropas norteamericanas realizaron labores de ayuda humanitaria en esa zona, algo que fue criticado por sectores como el humalismo. Además, en 2006, EE.UU. logró que Paraguay le permitiese usar sus bases aéreas y además, ayudó al gobierno de ese país a inaugurar una sofisticada base antinarcóticos a 550 kilómetros de Asunción. La edificación costó US$ 500 mil y George W. Bush entregó la mitad del financiamiento. En 2008, EE.UU. sufrió otro revés, ya que Evo Morales decidió expulsar la oficina de la DEA.

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