Benedicto XVI llega a Alemania en su primera visita oficial

<P>El Papa hizo un llamado a los fieles a "permanecer en la Iglesia".</P>




El Papa Benedicto XVI comenzó ayer en Berlín su primera visita de Estado a Alemania, marcada por un llamado a los fieles a "permanecer en la Iglesia". El Pontífice fue recibido en el aeropuerto de Tegel por el Presidente Christian Wulff; la canciller federal, Angela Merkel, y el gabinete ministerial germano.

Poco después, Wulff le dio los honores de jefe de Estado en el Palacio de Bellevue, para después reunirse con él en un breve encuentro en la primera cita de su viaje de cuatro días a Alemania, su país natal, al que ya ha realizado dos visitas pastorales, en 2005 y 2006.

Posteriormente, fue el turno para una reunión con Merkel, con quien abordó la situación financiera global y de los mercados de divisa. Benedicto XVI también visitó el Parlamento alemán, donde exhortó a los políticos a no sacrificar la ética en pos del poder y evocó las atrocidades nazis como una lección de la historia. "Nosotros, los alemanes, sabemos por propia experiencia lo que ocurre cuando se corrompe el poder", dijo en su alocución, durante los 20 minutos que permaneció en el Reichstag.

El holocausto también fue recordado en un encuentro con representantes de la comunidad judía en Berlín, en la que señaló que "Adolf Hitler era un ídolo pagano que quiso convertirse en el sustituto del Dios de la Biblia".

Su encuentro con los fieles ocurrió en el Estadio Olímpico de Berlín, donde ofició una homilía a la que asistieron unas 70 mil personas y en la que condenó los casos de abusos sexuales por parte de clérigos y dijo que en la Iglesia hay "peces buenos, malos, grano y cizaña".

El Papa Benedicto XVI -quien regresará a Roma el próximo domingo- dijo también que algunos miran a la Iglesia quedándose en su apariencia exterior y que de ese modo la ven únicamente "como una organización más en una sociedad democrática, a tenor de cuyas normas y leyes se la juzga y se la trata de comprender".

Benedicto XVI agregó que si solamente se ven las cosas negativas, "ya no brota alegría" por el hecho de pertenecer a la Iglesia y se difunden la "insatisfacción y el desencanto". El Pontífice exhortó a los fieles a permanecer en la Iglesia, "ya que ella puede anunciar a todos los hombres que Cristo es la fuente de la vida, que es la realidad que anhelamos".

En tanto, en el centro de Berlín, unas 3.000 personas -menos de las esperadas, según la agencia Ansa- de distintas organizaciones se juntaron para protestar contra la visita del Papa.

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