Betancourt rompe silencio y explica por qué pidió polémica indemnización

Recuperar parte de la imagen perdida ante la opinión pública. Ese parece haber sido el objetivo de la entrevista que la colombiana Ingrid Betancourt (48) le dio al diario Le Parisien, el más leído en Francia. La ex candidata presidencial y ex rehén de la guerrilla rompe así su silencio y responde a las duras críticas que se lanzaron en su contra después que se supiera, a comienzos de julio, que había solicitado una indemnización de unos ocho millones de dólares al Estado colombiano por los daños materiales y morales que sufrió durante los seis años en que estuvo cautiva de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), entre febrero de 2002 y julio de 2008.

Betancourt aseguró que lo que la llevó a pedir la millonaria suma fue apoyar a sus antiguos compañeros de secuestro, a los que se siente "muy unida". Según la mujer, los otros ex rehenes querían que los acompañara en la petición de un "proceso de conciliación" ante los organismos a cargo de la seguridad ciudadana en Colombia, con el fin de lograr esa compensación económica. Tras conocerse la solicitud, la mujer fue muy criticada por intentar supestamente beneficiarse de su secuestro y muchos cuestionaron que pidiera compensaciones cuando fue ella quien se expuso a ser capturada por las Farc, a pesar de las advertencias que se le habían hecho de que no viajara a la zona donde fue plagiada. Fue en vista de esta ola de críticas que desistió de esa demanda.

Ingrid Betancourt aseguró a Le Parisien que nunca pensó que sería acusada de ingratitud y que siempre pensó en usar ese dinero en su fundación. "El simple hecho de que pudiera decir o pensar: 'ataca a los que la salvaron', me pareció insoportable. Preferí pararlo todo", sostuvo. Además, aclaró que "habría usado ese dinero para programas concretos, proyectos para los secuestrados" que aún están en la selva, en poder de las Farc, y lamentó que se hiciera "una caricatura de mi pedido. Hubo una deformación completa de la verdad". La ex candidata presidencial también se refirió a la indemnización que se tramitaba en Francia, por el hecho de tener nacionalidad gala. Según ella, ese pago fue sugerido por las autoridades galas, pero el periódico Journal du Dimanche afirmó que fue Betancourt la que solicitó esa compensación. "Desde que renuncié a cualquier reclamación en Colombia, no iba a aceptar indemnizaciones de Francia. No me parecía coherente. He vivido mal esa polémica. La he encontrado injusta e inútil", declaró.

Libro terminado

En la entrevista con Le Parisien, que llevó una foto de Betancourt en su portada, la mujer revela que ya tiene terminado su libro Meme le silence a une fin (Incluso el silencio tiene un final), en el que trabajó durante 18 meses, y que será presentado el próximo 21 de septiembre. Según ella, no será "una respuesta ni un ajuste de cuentas", ni le contestará a quienes la criticaron tras su liberación, como su ex colaboradora Clara Rojas, su ex esposo Juan Carlos Lecompte o su ex compañero de secuestro Keith Stansell, uno de los tres contratistas estadounidenses. Fue una "decisión deliberada de mi parte" no responderles, porque "los responsables de todo lo que ha pasado en la selva son los guerrilleros de las Farc".

También la mujer descarta volver a la política y asegura que "no pienso ni un segundo en ello", ya que quiere dedicar su tiempo a su fundación y a estar con sus hijos, por lo que se reparte entre Francia y Estados Unidos, donde viven su hijo y su hija, respectivamente. "La prioridad son mis hijos. (...) He vuelto a encontrar mi lugar como madre. Es mi principal triunfo", dijo, agregando que ocupa su tiempo en hacer deporte, escribir y dedicarse a actividades cotidianas que antes le parecían tediosas y que ahora disfruta, como ir de compras. Consultada acerca de si ha logrado superar completamente el secuestro, explicó que todavía queda "camino por andar", porque "a veces vuelven las pesadillas. Vuelvo a verme en la jungla. Es doloroso".