Brasil asegura su estatus de tierra prometida para inversiones extranjeras

<P>Considerado ya como un mercado estratégico, el gigante regional concentrará US$ 30 mil millones en inversiones.</P>




Si bien contó con una de sus mejores muestras en la historia, con medio centenar de marcas presentes, más de 500 autos en exhibición en 85 mil metros cuadrados y una serie de importantes estrenos globales, regionales y destape de conceptuales, es posible que el Salón de Sao Paulo 2012 finalmente sea recordado por una serie de anuncios relativos a importantes inversiones en el sector.

Y es que al tiempo que los flashes apuntaban al destape del Serie 6 Gran Coupé, el vicepresidente de BMW, Ian Robertson, confirmaba la instalación de la primera planta de la marca alemana en Brasil, con un costo de US$ 264 millones, con capacidad para fabricar 30 mil autos al año y cuya inauguración se espera para 2014.

Aunque todavía no se confirman los modelos que saldrán de esta nueva línea de ensamblaje, sí hay algo seguro, y es que la llegada del fabricante alemán confirma la importancia que tiene este mercado como pilar para los alicaídos constructores globales, abriendo las puertas de par en par para la eventual llegada de Mercedes Benz y de Jaguar-Land Rover, que se rumorea también tendrían intensiones de establecerse en Brasil.

A pesar de que se ha hablado mucho de los desarrollos de plataformas globales y modelos de una línea adaptables a diversos tipos de cliente, todavía hay mucho mercado por explotar en Brasil, o al menos así lo piensan varias otras marcas, que han decidido aventurarse a desarrollar productos específicos para este país, con miras a llevarlos a otros mercados en desarrollo en el corto plazo.

Emblema de este pensamiento es el Hyundai HB20, un compacto situado justo entre el i10 y el Accent, que por ahora sólo se fabrica y vende en Brasil, pero que no descarta su arribo a otros mercados, Chile incluido. Pero como la marca coreana no pretende aprovechar su inversión superior a los US$ 180 millones con sólo un auto, en el Salón de Sao Paulo debutó una versión crossover del modelo, denominado HB20X, y que llega a competir en el populoso segmento de los compactos de estilo outdoors, muy relevante en Brasil, además de tener en sus planes la creación de un sedán derivado de la misma plataforma.

Y pese a que el Grupo Renault Nisan ya tiene instaladas dos plantas en el país, con capacidad para 300 mil autos anuales, la marca japonesa confirmó a la par que destapaba el conceptual Extrem, desarrollado íntegramente en Brasil, la construcción de su más moderna fábrica en Río de Janeiro, con una monstruosa inversión cercana a los US$ 1.200 millones, que debería resultar en la producción de 200 mil autos cada año.

Oportunidad para todos

El gobierno brasileño espera que en los próximos años lleguen entre cinco y seis nuevas fábricas, que se sumarían a las 53 ya instaladas en el país, y que junto con las inversiones adicionales que se están realizando en innovación tecnológica en las plantas ya existentes, sumarían casi US$ 30 mil millones de aquí a 2017, según cálculos de la Asociación de Fabricantes de Vehículos (Anfavea).

Así, Brasil pasará de los 3,4 millones de autos que salen hoy de las líneas de producción, a 5,7 millones estimados para 2015, cifra que lo convetiría en uno de los cinco gigantes a nivel mundial.

Según un estudio realizado por la revista Forbes, la industria brasileña debería experimentar un crecimiento de hasta un 68% hasta 2017, cifra en la que también influirá el mayor poder adquisitivo de los ciudadanos, que ya supera los US$ 10.000 per cápita, similar a índices registrados por las grandes potencias en sus mejores etapas de crecimiento.

Con estos números en la mano, es fácil darse cuenta por qué los fabricantes tradicionales no son los únicos que se interesan en este pujante mercado. Tal como se pudo apreciar durante el Salón de Sao Paulo, el trabajo de los constructores chinos es impresionante, ya que además de convertir sus motores a los obligatorios FlexFuel, han comenzado a establecerse definitivamente dentro del país.

En este sentido, uno de los estrenos más emblemáticos del Salón fue el Chery Celer (Fulwin), que a partir de 2013 será parte de las 150 mil unidades que saldrán de la nueva planta en Jacareí, tras una inversión de US$ 400 millones.

Lo mismo hará JAC con su ya confirmada planta en Bahía, que deberá estar operativa en 2014 con una producción de 100 mil unidades anuales para abastecer la creciente demanda local.

Es que construir hoy en Brasil no sólo implica evadir los brutales impuestos detallados en el recién estrenado plan Inova Auto (30% adicional al 35% de importación), sino que también implica ser parte de la cuarta economía automotora más importante del mundo, algo de lo que ninguna marca puede estar indiferente.

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