Brasil estudia uso de pulsera electrónica para liberar a 80 mil presos
<P>El plan permitiría retirar de las saturadas cárceles al 17% de los 470 mil reos que existen en el país. La iniciativa, incluso, ha causado controversia entre los aspirantes a suceder al Presidente Lula da Silva. </P>
Liberar a alrededor de 80 mil presos acusados de delitos menores, pero mantenerlos bajo control con un sistema de pulseras electrónicas. Ese es el plan que barajan las autoridades de Brasil para aliviar la grave crisis carcelaria que atraviesa el país.
Así lo aseguró el director del Departamento Penitenciario Nacional, Airton Michels, quien dijo que se evalúa ese proyecto no sólo para lograr "desahogar" la alta población penal que tiene Brasil, sino también para bajar la incidencia de motines y revueltas dentro de los penales.
Según las autoridades brasileñas, actualmente existen más de 470 mil reclusos en el sistema, de los cuales unos 200 mil están en prisión preventiva o a la espera de los juicios correspondientes. Por ello, el plan evalúa examinar los antecedentes de 80 mil presos -acusados de delitos menores y que no son considerados un peligro para la sociedad- que puedan verse beneficiados con el uso de los dispositivos electrónicos. Así, éstos podrían ser enviados a sus domicilios mientras las fuerzas policiales controlarían sus movimientos gracias al aparato que emite señales de alarma si el individuo transgrede los límites territoriales autorizados. Michels comentó además a la cadena británica BBC que pese a la buena recepción inicial que tuvo el proyecto, aún hay dudas sobre cómo hacer que funcione correctamente.
"El plan todavía debe ser enviado al Congreso. No creo que pueda aplicarse antes del próximo año", dijo el funcionario a la BBC. Michels agregó que cada dispositivo de monitoreo generaría un costo de US$ 270 al mes.
Ophir Cavalcante, presidente de la Asociación Brasileña de Abogados, advirtió que "la idea tiene que estar incluida en un marco de reformas de las políticas penitenciarias en Brasil o simplemente no funcionará".
Debate entre candidatos
La controversia sobre el potencial uso de las pulseras electrónicas también tuvo eco entre los dos principales candidatos para suceder al mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. La oficialista Dilma Rousseff -ex jefa de gabinete de Lula- aseguró que no es correcto que el gobierno pretenda liberar a los presos, sino que el proyecto contempla que sean los tribunales los que determinen las condiciones de cada uno de los detenidos.
Por su parte, el principal candidato presidencial opositor y ex gobernador de Sao Paulo, José Serra, dijo que no era partidario del uso de pulseras electrónicas para el monitoreo de presos que ya tienen beneficios carcelarios, como la salida dominical.
Serra también se mostró partidario de la utilización de una "mano fuerte" en contra de los delincuentes para mejorar la seguridad del país.
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