Brasil se quedó sin entrenador

La pérdida de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, a manos de México, había dejado a Mano Menezes en la cuerda floja de su cargo de seleccionador de Brasil. El único objetivo que se le había planteado antes de la Copa del Mundo de 2014 se le escapaba de las manos y no eran pocos los que exigían su salida del banquillo.

Después de ganarle el pasado miércoles a Argentina en el denominado "Superclásico de las Américas" en La Bombonera, Menezes creyó que había superado una prueba de fuego. Sin embargo, poco le duró su alegría. Ayer, la Confederación Brasileña de Fútbol decidió destituirlo, amparándose en los altibajos de un combinado llamado a ser protagonista en todas las competiciones.

Para los hinchas del scratch, Menezes, que debutó el 10 de agosto de 2010 ante Estados Unidos con una victoria 2-0, nunca dio el tono. Incluso, en septiembre en un amistoso ante Sudáfrica, los fanáticos habían exigido su salida con pancartas en el Morumbí.

Ya en la Copa América 2011 el equipo se volvió temprano a casa, tras caer en cuartos de final ante Paraguay en definición por penales. Para colmo, perdió los dos partidos que disputó contra la Argentina. Y ante Alemania, Holanda y Francia, tres de las mejores selecciones europeas, no conoció de triunfos.

En total, fueron 33 partidos bajo el mando del ex técnico de Gremio y Corinthians, con 21 victorias, seis empates y seis derrotas. "Me voy agradecido de los jugadores y le deseo el mayor de los éxitos a Brasil en la Copa del Mundo", escribió el DT en su cuenta de Twitter.

Aunque quedan apenas siete meses para la disputa de la Copa de las Confederaciones, la CBF no anunciará al nuevo técnico hasta enero. De momento, hay tres candidatos: Tite, Muricy Ramalho y Luiz Felipe Scolari, último entrenador en ganar un Mundial con Brasil, el 2002.