Calderón da mayor golpe al narcotráfico en México con muerte del "Jefe de jefes"
<P>Arturo Beltrán Leyva, también conocido como "El Barbas", fue abatido en un lujoso condominio en Cuernavaca. En el operativo participaron 200 infantes de marina y el narco se defendió con granadas. En sus bolsillos se encontraron estampas religiosas. </P>
Le decían "El Barbas", pero él prefería su otro apodo: "Jefe de jefes". Arturo Beltrán Leyva, uno de los capos más buscados y poderosos, fue abatido la noche del miércoles por las fuerzas mexicanas, tras un enfrentamiento que duró dos horas y en el que el temido narcotraficante usó hasta granadas para defenderse. Beltrán Leyva murió junto a seis de sus sicarios -uno de los cuales se suicidó durante el tiroteo-, en un operativo en el que participaron 200 infantes de marina en un lujoso complejo de viviendas en Cuernavaca. La caída del narco -el hecho más importante desde la muerte de Ramón Arellano Félix del cartel de Tijuana en 2002- se transformó en la mayor victoria para el gobierno de Felipe Calderón en su lucha contra el narcotráfico.
"Primero se les dijo que se rindieran, pero no se rindieron y abrieron fuego", explicó uno de los miembros de la Armada que participó en la acción. Para no despertar sospechas, los comandos se descolgaron con sogas a los techos de los edificios del complejo habitacional. Luego irrumpieron en una fiesta de graduación que se celebraba en una piscina del lugar, llevaron a los jóvenes a un gimnasio, les pidieron que no usaran sus celulares y a continuación irrumpieron en el departamento de Beltrán Leyva, quien falleció con una mano aferrada a un medallón dorado. En sus bolsillos se encontraron estampas religiosas, escapularios chinos y bolsas de santería.
Arturo Beltrán Leyva fue hasta comienzos de 2008 un hombre de confianza de Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder del cartel de Sinaloa y el hombre más buscado del país. Sin embargo, ese año rompió con "El Chapo", luego de que su hermano Alfredo "El Mochomo" fuera arrestado, lo que fue visto como una traición del jefe del cartel de Sinaloa. Entonces, los Beltrán Leyva fundaron su propio cartel que lleva sus apellidos y le declararon la guerra a Guzmán, tomando el centro de rutas del narcotráfico en el centro y sur de México.
Pez gordo
Según Washington, el cartel de los Beltrán Leyva cumple un papel crucial en la importación y distribución de la cocaína y heroína en México. No por nada el gobierno de Calderón había ofrecido una recompensa de US$ 2,3 millones por la cabeza de "El Barbas".
De acuerdo con medios mexicanos, Arturo Beltrán Leyva poseía el mayor stock de cocaína y era cliente e intermediario de grupos colombianos como las Farc. De hecho, en agosto fue acusado en EE.UU. de introducir 200 toneladas métricas de cocaína en las últimas dos décadas y de contrabandear US$ 5.800 millones en efectivo. Tal poder adquirió el cartel, que era capaz de infiltrar instituciones encargadas del combate al narcotráfico, como la Procuraduría General de la República. Tras la muerte del capo, en México surgieron algunas dudas sobre si se trataba realmente de él. Pero para que nadie sospeche, se anunció la realización de pruebas de ADN. "Este es un golpe contundente contra la delincuencia", dijo Calderón, que hasta ahora sólo había podido "vanagloriarse" de la muerte y captura de narcos de segundo nivel.
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