California vive peor crisis financiera en décadas y Schwarzenegger evalúa suspensión de pagos

<P>El estado gobernado por Arnold Schwarzenegger tiene un déficit presupuestario de US$ 26.300 millones. Así, ha debido recurrir a la emisión de pagarés, ya que no tiene fondos para cancelar sus cuentas.</P>




Cuando Arnold Schwarzenegger asumió la gobernación de California a fines de 2003 prometió "poner fin a los gastos alocados" y solucionar definitivamente la crisis económica del estado más poblado del país. Sin embargo, seis años después el ex actor tiene a California prácticamente en la quiebra, en la peor crisis fiscal para los californianos en décadas. Tan grave es la situación, que el estado se prepara para una posible suspensión de pagos a los proveedores y agencias locales, que han debido recibir pagarés por primera vez en 20 años. Así, el gobernador republicano atraviesa su peor momento y sólo un tercio de la población estatal aprueba su gestión.

"Arnold no vino decidido a generar un déficit de 25 mil millones de dólares. Nadie busca eso", dijo recientemente Maria Shriver, la esposa de Schwarzenneger que ha debido salir en su defensa ante el huracán de críticas. Tan importante es la economía californiana -la octava del mundo-, que es responsable del 12% del producto bruto de Estados Unidos. En mayo, el déficit estatal llegó a US$ 24 mil millones, pero a comienzos de mes ya superaba los US$ 26.300 millones. Además, los ingresos cayeron en más de US$ 1.140 millones y para 2010 se espera un déficit presupuestario cercano a los US$ 40 mil millones.

"(Schwarzenegger) tomó decisiones equivocadas y no consultó con los que más sabíamos", señaló Cynthia Sterling, presidenta del concejo municipal de Fresno, donde el gobernador fue recibido de manera hostil en junio pasado. En medio de la caótica crisis financiera, Schwarzenegger debió recurrir a la emisión de pagarés por un total de US$ 3.360 millones sólo este mes. Los economistas coinciden en que la crisis californiana es un reflejo de la crisis general, aunque los analistas sostienen que parte importante de la responsabilidad recae en el gobernador. Este no sólo anuló el impuesto automotor que generaba US$ 5 mil millones anuales, sino que impulsó préstamos por más de US$ 50 mil millones para costear diversos programas.

Para reducir el agujero presupuestario, Schwarzenegger trató de aprobar en mayo un paquete de medidas urgentes, consistentes en un fuerte aumento de los impuestos, la creación de una reserva para emergencias, recortes en el gasto y en servicios públicos. Incluso, propuso vender edificios emblemáticos, como la cárcel de San Quintín, el Coliseo Olímpico de Los Angeles y el recinto Del Mar Fairground.

Estas medidas fueron rechazadas por los electores, agravando la situación. También hay quienes creen que la legislatura estatal tiene parte de la responsabilidad en la crisis, ya que aprobó o amplió programas sin determinar de dónde saldría el dinero para su financiamiento.

Según Daniel J.B Mitchell, profesor de la Universidad de California, el hecho de que no haya tenido una agenda definida conspiró contra las posibilidades de Schwarzenegger de imponer reformas fiscales importantes. "Fue elegido en parte por la crisis presupuestaria de su predecesor, Gray Davis. Es de suponer que su prioridad iba a ser el presupuesto del estado", concluyó este experto.

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