Cambio de nombre a calles

<br>




Señor director:

Me parece conveniente hacer más restrictivos los requisitos y procedimientos para bautizar o cambiar el nombre de las calles del país, so pena de crear en la ciudadanía una innecesaria confusión.

Pruebas al canto. En 2013, la alcaldesa de Providencia propició y logró cambiar la avenida "11 de septiembre" por "Nueva Providencia".  Recientemente, en una nueva población de la comuna de Cerro Navia, con clara intencionalidad política, su alcalde nombró calles como "Las Condes", "Vitacura" o "Las Hualtatas", a sabiendas que aquellas son avenidas que tradicionalmente han pertenecido a otras comunas de la Región Metropolitana. Asimismo, en Santiago, sin mayor motivo, su alcaldesa promovió cambiar el nombre de la calle "Almirante Gotuzzo" por el de "Profesora Amanda Labarca". Y ahora en Valparaíso se intenta que el tradicional paseo "21 de Mayo" pase a llamarse "Gitano Rodríguez", un trovador de izquierda porteño que falleció de cáncer a los 52 años, en 1996.

Esto me huele a un cierto gramscianismo que pretende borrar la memoria histórica del país para crear otra basada en nuevos paradigmas. Sin embargo, dado que en la práctica los nombres de las calles están sujetos a las volubles y circunstanciales mayorías del Concejo Municipal, se corre el riesgo de caer en una anarquía en que cada alcalde intente imponer calles con nombres afines a la ideología de turno que tenga mayoría.

Mi sugerencia es que para bautizar o cambiar nombres de las calles se deba contar al menos con la aprobación de los 2/3 del total del concejo.

Miguel A. Vergara Villalobos

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.