Campo Dunar de Concón

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Señor director:

Hemos visto estas semanas cómo se cierne una amenaza sobre el Santuario de la Naturaleza Campo Dunar de Concón. Esta vez, la empresa propietaria pondrá un cerco que impedirá el acceso y, por lo tanto, la comunidad no podrá apreciar y disfrutar esta bella formación natural.
Si bien los propietarios arguyen derechos para justificar la propuesta de cierre, también los ciudadanos tienen garantías consagradas en la Constitución que el Estado tiene la obligación de resguardar, asumiendo un rol activo para incrementar el patrimonio en beneficio de todos y para que todos vivamos en un ambiente libre de contaminación.
Estamos conscientes de los intentos por parte de autoridades locales para resguardar el santuario. Los vecinos, además, han realizado una campaña permanente. Pero no es suficiente, y es tiempo de que las autoridades regionales y nacionales encuentren una solución para transformar este santuario en un espacio público, un parque natural con un adecuado plan de manejo y con los recursos pertinentes para su mantención.
Si desde la acción privada no es posible que las dunas sean un parque y que se resguarde efectivamente su valor patrimonial, nos asiste el deber de pedir su expropiación y que se creen las estructuras administrativas para su gestión. Una vez más, las autoridades tienen la opción de resolver este problema o asistir sordamente al clamor ciudadano. El Estado debe comprometerse con la conservación de nuestro patrimonio ambiental, y la función social de la propiedad consagrada en la Constitución puede y debe hacerse valer en éste y otros casos que preocupan a lo largo de Chile.

Marjolaine Neely
Presidenta Comité de Patrimonio, Colegio de Arquitectos

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