Carancho, con Ricardo Darín, brilla hoy en Festival Sanfic

<P>Dirigida por el argentino Pablo Trapero, el filme se exhibe hoy en el Cine Hoyts de La Reina.</P>




Sosa es un tipo rudo y un desalmado. Vaga por las calles de Buenos Aires, con un título de abogado bajo la manga, buscando alguna presa. El define su profesión como "carancho", especie de ave de rapiña, que se dedica a llegar a los accidentes de tránsito para ofrecer sus servicios legales. El negocio es redondo: de lo que paga el seguro, la víctima se lleva una pequeña parte, él y sus socios una tajada mayor y también se contempla una comisión para policías y paramédicos. El único problema es que en el camino, Sosa termina bastante golpeado.

Interpretado por el argentino Ricardo Darín, ganador del Oscar por El secreto de sus ojos, Sosa es el personaje principal de Carancho, la cinta del transandino Pablo Trapero (Leonera) que se exhibe hoy, a las 21.30 horas, en Hoyts La Reina, como parte de la última jornada del Festival Sanfic.

Durante una semana, el evento ha mostrado 100 películas de algunos de los directores contemporáneos más importantes del mundo. Hoy, el jurado compuesto, entre otros, por la cineasta española Isabel Coixet, el director estadounidense Abel Ferrara y el actor chileno Felipe Braun, decidirá a los ganadores en las categorías: Internacional, Cine Chileno, Talento Nacional y Work in Progress.

Carancho es una de las cintas que se exhiben en el apartado Experiencias, dedicado a realizadores de cierta trayectoria, como los estadounidenses Rob Epstein y Jeffrey Friedman, directores de Howl, sobre el poeta Allen Ginsberg; o el taiwanés Tsai Ming-liang, con una cinta ambientada en el museo Louvre.

Con seis filmes en el cuerpo, Pablo Trapero (39) es uno de los máximos exponentes del nuevo cine argentino, que se caracteriza por retratar la sordidez y las miserias cotidianas.

En Carancho, el universo de los personajes es hostil, oscuro y a veces desesperante. Todo se complica cuando Sosa se enamora de Luján (Martina Gusman), una doctora que hace guardia en el hospital de San Justo y que termina curando, varias veces, las heridas que recibe el abogado. A través de ella, se conocerán las capas de corrupción que rodean el negocio de Sosa y que se enredarán cuando éste decida realizar un "último trabajito" que lo haga salir para siempre de ese decadente mundo.

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