Carlos Ghosn: el ejecutivo que se convirtió en el rockstar de la industria
<P>Con ambiciosas estrategias, sinergias de ahorro de costos y beneficiosas alianzas, el CEO de Renault Nissan ha logrado llevar al conglomerado al éxito de ventas de hoy y a ser admirado entre sus pares e idolatrado por sus clientes, incluso en época de crisis.</P>
Las mujeres en Japón lo desean como el esposo perfecto, los adolescentes de la isla lo admiran como el héroe de ficción del cómic de moda, mientras que en el Líbano, su segundo hogar, los hombres lo quieren como presidente de su país. Tal es la popularidad conseguida por Carlos Ghosn, CEO de la alianza Renault-Nissan, gracias a la gestión realizada en el conglomerado, que ha hecho que en muchas partes del mundo lo idolatren como un verdadero rockstar.
Pareciera que el ejecutivo de 58 años, nacido en Brasil, de padres libeneses y nacionalidad francesa, tuviera un toque mágico para solucionar cualquier crisis. No es casualidad que en la industria lo conozcan como "Mr. Fix-it" (Señor Reparador) debido a su impresionante currículo como gestor de milagrosas recuperaciones económicas. Lo hizo de muy joven con Michelin Brasil, a mediados de los 80, y luego con Nissan, a fines de los 90.
Nadie daba un peso por el fabricante japonés cuando Ghosn llegó a su cabeza en 1999, como fruto de la alianza Renault-Nissan. La compañía nipona perdía miles de millones de dólares y su salvación fue posible gracias a la inyección de US$ 7 mil millones por parte de Renault, a cambio del 36,8% de la propiedad de Nissan.
El ejecutivo estrella de la firma, un ingeniero graduado en la Ecole Polytechnique de París, se puso al mando como CEO en Tokio y en sólo dos años logró equilibrar los números y generar ganancias. Claro, su propuesta de reducción de costos fue brutal, cerró cinco fábricas y redujo la plantilla en miles de trabajadores, y le costó severas críticas en la isla y el apodo de "Mr. Cost Killer" (Señor Mata-Gastos).
Sin embargo, más de una década después, estas medidas llevaron a la empresa nipona, junto con su hermana Renault y la filial rusa AvtoVAZ, a ser uno de los mayores fabricantes de autos en el mundo, número cuatro en la industria, por detrás de General Motors, Toyota y Volkswagen, con ventas sobre los ocho millones de unidades.
Además, la alianza es capaz de sostenerse en pie frente a los actuales vaivenes que sufre Renault, afectado por la crisis económica que padece Europa, y de la cual Ghosn dirige desde 2005.
El hombre de las sinergias
Más de 240 mil kilómetros recorre Carlos Ghosn entre Francia y Japón cada año. Es que al asumir el mando de Renault y Nissan, no sólo se convirtió en el primer ejecutivo en dirigir dos grandes marcas, sino también se vio obligado a implementar estrategias distintas, pero mancomunadas, generando sinergias para maximizar inversiones y reducir costos.
Por el lado de Nissan, 10 años después de que saliera a flote de la crisis, Ghosn dio a conocer su nueva estrategia para consolidar a la marca en un nivel superior. Power 88 la llamó, haciendo hincapié en sus grandes objetivos: hacerse de un 8% del mercado global y generar un 8% de beneficios operativos para 2016. La industria ha sido testigo del gran movimiento en la marca, que pretende lanzar un nuevo modelo o actualización cada seis semanas.
Mientras tanto, Renault ha venido concentrada desde hace varios años en sacar adelante su estrategia eléctrica, por la cual Carlos Ghosn fue el primer ejecutivo en apostar 100% por esta tecnología de cero emisión.
En el Salón de Frankfurt 2009, la casa gala presentó cuatro conceptuales eléctricos, Twizy Z.E., Fluence Z.E., Zoe Z.E. y Kangoo Z.E., y hoy tres de ellos ya están en producción.
Bajo este mismo impulso, Nissan desarrolló el Leaf, que ha estado en el mercado por al menos un año, aunque el verdadero ahorro de costos debería llegar en 2013, cuando se desarrolle la nueva plataforma para sedanes y SUV con la que se pretende dar vida al menos a 10 modelos de ambas marcas, y que permitirá compartir unos 70 componentes claves y ahorros del orden del 30%.
Además, el ejecutivo anunció recientemente, en la inauguración de una planta en Marruecos y que a 2016 habrá otra nueva plataforma para un modelo de bajo costo a comercializarse en países emergentes. En ese sentido, si bien el Logan no fue del todo exitoso como habría querido, le da el mérito a Ghosn de ser el renovador de la estrategia de los autos globales, que hoy todos los grandes fabricantes están siguiendo.
Por otro lado, el ejecutivo ha sido muy audaz en concretar alianzas provechosas. Ya hay noticias de que la marca gala estaría desarrollando un auto de lujo gracias al acuerdo firmado en 2010 con Daimler (Mercedes Benz), por el cual compartirán plataformas, tecnología eléctrica, motores y vehículos comerciales, y en 2014 deberían salir a las calles los eléctricos desarrollados en conjunto: Renault Twingo y Smart ForTwo.
Mientras, el joint venture establecido con la marca Dongfeng Motors le ha permitido a Nissan e Infiniti vender y producir en China.
Tan exitosas han sido estas estrategias que hoy, cuando se ha filtrado que Carlos Ghosn, el ejecutivo mejor pagado del sector (US$ 12,4 millones anuales), estaría planeando su retiro de Nissan en cinco años, la industria se inquieta. Varios especulan quién podría sucederlo y si tendrá la estampa para continuar el legado del multicultural, multilingüe y único rockstar de la industria automotora mundial.
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