Carrovelismo gana adeptos en Chile en jóvenes y niños

<P>Asociación tiene más de 20 miembros que prestan sus vehículos para difundir la disciplina. Carros también pueden adaptarse para discapacitados.</P>




Sólo se necesita un terreno plano de 100 metros de largo por 100 de ancho, viento y su carro para viajar en él a unos 50 km/h y a unos 10 centímetros del piso.

Mezcla de deporte náutico y automovilismo, el carrovelismo o windcar es una disciplina que lleva más de 100 años de práctica en el mundo, pero que en Chile recién se hizo popular en 2010, cuando se creó una asociación que hoy reúne a una veintena de pilotos decididos a hacerlo un deporte de amplio uso. No sólo porque es fácil de practicar, sino porque también es inclusivo, ya que permite modificar el carro para que lo usen personas con discapacidad. "Lo pueden practicar personas de todas las edades. Tenemos participando niños y jóvenes de cinco a 18 años. También hay adultos de todas las edades, hombres y mujeres", dice Juan Enrique Quiñones, representante de la agrupación, quien afirma que es en estos grupos donde la disciplina está ganando más adeptos en Chile.

De hecho, bastan 15 minutos de práctica para dominar un carro. En general, estos vehículos permiten que el piloto vaya sentado o recostado y maneje con sus pies. Pero se pueden hacer modificaciones para que personas con discapacidad puedan guiarlo con las manos. Algo en que ya está trabajando la asociación chilena para fomentar su práctica entre personas con dificultad motriz, tal como se hace ampliamente en España y Francia con buenos resultados.

Dependiendo del carro, vela y viento disponibles, un windcar puede alcanzar velocidades promedio de 40 o 50 km/h y máximas de más de 150 km/h. Los más veloces son los blokart, creados con fines competitivos.

Se practica en zonas de Ritoque, Iquique, Concepción, en playas de La Serena y Tongoy y al sur de Santo Domingo, en el valle El Convento, donde se antes se extraía sal.

Los carros pueden comprarse por un millón y medio de pesos o más, pero también pueden armarse por unos 100 mil pesos. "En nuestro grupo hay mucha autoconstrucción. Compramos las ruedas y usamos velas que se utilizan en otros deportes. Ayudamos a construir los carros y los prestamos a quienes quieran conocer esta disciplina", dice Quiñones.

Este año, la asociación chilena organizará junto a la argentina un campeonato sudamericano en Uspallata y seguirá promocionando el deporte en todo el país a través de varias actividades que pueden seguirse en www.carrovelismo.cl.

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