Caso de las Pussy Riot aumenta cuestionamientos al gobierno ruso
<P>Putin ha impulsado en los últimos meses varias normas que limitan la libertad de expresión.</P>
Desde Varsovia a Nueva York, la polémica sentencia a dos años de cárcel para tres integrantes de la banda punk rusa Pussy Riot por haber irrumpido en la Catedral ortodoxa Cristo Salvador de Moscú para entonar una canción en contra del Presidente Vladimir Putin ha sumido en una ola de criticas al Kremlin. Y, además, ha puesto en el centro de la atención el rumbo restrictivo que ha tomado Rusia desde que Putin asumió en mayo su tercer período presidencial. Esto, dado que desde entonces el gobierno ha venido endureciendo su estrategia con la oposición.
Así, por ejemplo, el Kremlin aprobó en el último tiempo un paquete de medidas que incluyen, entre otras, el aumento de las multas para quienes realicen manifestaciones políticas; la atribución a las autoridades para bloquear y elaborar "listas negras" de sitios de internet sin orden judicial, y una ley que declara "agentes extranjeros" a todas las ONGs que reciban fondos provenientes desde el exterior. Estas normativas han generado masivas protestas por parte de la oposición, que las ha catalogado como "represión hacia la disidencia". Ese es el caso del bloguero Alexei Navalny, quien llamó a varias protestas contra Putin y que actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario acusado de "malversación de fondos".
Según el diario español El País, la condena a María Alyojina, Nadeshda Tolokonnikova y Yekaterina Samuzevich, integrantes de las Pussy Riot, pone de manifiesto "la corriente de intolerancia y nacionalismo que está en alza en Rusia".
Los problemas del mandatario ruso se han incrementado desde diciembre de 2011, tras el cuestionado triunfo de su partido, Rusia Unida, en las elecciones legislativas. "La imagen de Rusia daba bastante miedo incluso antes (que esto). Lo que pasó ahora (con las Pussy Riot) es una clara señal de que Rusia se está moviendo hasta convertirse en algo más como China o Corea del Norte", dice Pyotr Verzilov, opositor a Putin y esposo de Nadeshda Tolokonnikova, según consignó por la cadena británica BBC.
Paralelamente, las criticas por la condena de las cantantes -acusadas de "vandalismo e incitación al odio religioso"- no se hicieron esperar a nivel internacional, dado que varios gobiernos, artistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos solidarizaron con las tres jóvenes.
"La dura condena no está, a mi modo de ver, en proporción con la acción de ese grupo musical", declaró el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle, a la edición digital del diario Der Tagesspiegel. Siguiendo esta línea, Francia catalogó la sentencia como "deplorable" y la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, manifestó sentirse "decepcionada con el veredicto" que, sumado a las supuestas irregularidades en el juicio, iría "en contra de las obligaciones internacionales de Rusia en lo que se refiere a la libertad de expresión". Asimismo, y a través de un comunicado, el Alto Consejo de la Iglesia Ortodoxa rusa solicitó a las autoridades "clemencia" para las integrantes de la banda, quienes están tras las rejas desde marzo.
Ante las críticas, especialmente las alemanas, el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que subrayó que el código penal alemán prevé multas y condenas de hasta tres años de cárcel para los "delitos cometidos contra la religión y las opiniones, incluidos los actos de vandalismo en los lugares de oración".
Según consignó la agencia Ansa, existen temores ante las condiciones del recinto penitenciario al que podrían ser enviadas las cantantes. De acuerdo con el dictamen, les correspondería una "prisión de régimen común", con habitaciones con capacidades de hasta de 150 personas. Una investigación de 2003 de la Organización Mundial contra la Tortura advirtió que se trata de celdas donde el riesgo "de violencia, maltrato y escasas condiciones de higiene" son altos.
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