CCNI cerrará en marzo venta de su negocio de contenedores
<P>La compradora es la empresa alemana Hamburg Sud. Según informes de 2014, pagará US$ 160 millones.</P>
El 17 de marzo. Esa es la fecha en la que, en definitiva, la Compañía Chilena de Navegación Interocéanica (CCNI), ligada a la familia Urenda, sellará la venta de su negocio de transporte marítimo de contenedores a la alemana Hamburg Sud (HSUD).
En un comienzo estaba previsto que la operación se cerraría, a más tardar, el 31 de diciembre de 2014. Pero días antes que se cumpliera ese plazo, la firma comunicó al regulador la postergación de la misma para el primer trimestre de este año.
Como sea, la enajenación -que está sujeta condiciones, como la venia de la Fiscalía Nacional Económica (FNE)- incluye la marca, el logo, el parque de contenedores, los contratos de carga, de terminales y de agenciamiento, junto con aquellos suscritos por el fletamento de naves por tiempo.
La transacción involucra el pago de US$ 160 millones, según lo informado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en julio del año pasado. "De concretarse, se estima que CCNI reconocería utilidades financieras del orden de US$ 85 millones", señaló la empresa en esa oportunidad, en la que además precisó que seguirá operando con las áreas de negocio armatorial -arriendo de naves de su propiedad a terceros- y el transporte marítimo de automóviles y de carga no contenedorizada.
Aguas turbulentas
Las tratativas estuvieron lejos de desenvolverse en un mar sereno. En primera instancia, dos compañías del grupo Urenda, la propia CCNI y Agunsa, polemizaron luego del acuerdo de venta del negocio de contenedores a HSUD y la consecuente finalización adelantada del contrato de agenciamiento que las vinculaba.
En todo caso, esto no pasó a mayores. Ambas entidades convinieron el pago, por parte de CCNI a Agunsa, de una indemnización de US$ 30 millones y una compensación de US$ 10 millones por el término anticipado de dicho contrato, que originalmente vencía en marzo de 2017.
Por otro lado, divisiones entre los herederos del fallecido abogado y senador Beltrán Urenda Zegers -fundador del grupo- también condimentaron la transacción. Dos de sus hijas, María Elena y María Carolina, presentaron acciones legales para exigir a sus hermanos, José Manuel y Beltrán Urenda Salamanca, una rendición de cuentas respecto a la conducción y estado de las empresas familiares.
"Lo que pedíamos era información. Y eso quedó solucionado a fines de 2014", dice Mario Zumelzu, abogado que patrocinó a las hermanas, acerca del pacto alcanzado entre los herederos.
Otra polémica la aportó la FNE, que acusó a CCNI de integrar un cartel que inhibía la competencia en el mercado del traslado global de automóviles. Ante esto, la firma indicó en enero que el requerimiento hecho por el persecutor económico no afectaba la operación con HSUD, pues esta última "no participa del transporte de automóviles y por ello (ese negocio) nunca fue parte de la negociación".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.