Cementera del grupo Hurtado Vicuña aspira alcanzar el 25% del mercado a 2020
<P>En siete años, BSA busca tener un cuarto del mercado que hoy dominan casi en tres tercios Bío-Bío, Melón y Polpaico.</P>
Una ambiciosa meta tiene trazada en su hoja de ruta la cementera BSA -controlada por el grupo Hurtado Vicuña- hacia el año 2020. Para entonces, la firma -creada en 2010 tras la compra de Cementos Búfalo- pretende tener un 25% del mercado del cemento a nivel local. Hoy, tres operadores -Cementos Melón, Polpaico y Bío-Bío- tienen cada uno cerca de un 30%, mientras BSA posee cerca de 9%, dicen en la compañía.
"Cuando dijimos 'queremos convertirnos en un gran actor del cemento', definimos que no queremos ser más chicos que los competidores actuales", afirma el gerente general de la empresa, Julio Solar, quien además es socio minoritario de BSA.
Pero también es consciente de que no juega solo. "La competencia va a tratar de que no lo obtengamos, pero creemos que tenemos espaldas financieras e infraestructura adecuada, una empresa de última tecnología y la mejor logística, lo que hará que seamos más eficientes en costos", sostiene Solar. Y si lo logran, continúa, "podemos conseguir la participación de mercado que queremos".
Con ventas para 2012 por US$ 150 millones, la firma tiene un plan que implica un cambio en el modelo de negocios: pasar de ser importadores de cemento -actualmente internan unas 500 mil toneladas anuales- a ser productores. Esto, con el fin de abastecer a las 22 plantas de hormigón premezclado que operan desde Arica a Puerto Montt. Hoy, la empresa tiene un 15% de la torta del hormigón premezclado en Chile y es su fuerte en ventas.
Plan de expansión
Parte medular del plan es comenzar a importar clinker -una pieza clave en el proceso de elaboración del cemento- a partir de 2014, desde Asia, para elaborar cemento. De hecho, ya tienen acuerdos con los puertos de Coronel y Puerto Central, en San Antonio, y la idea es trabajar con clinker 100% importado. "En Chile, con el elevado costo de la energía y la caliza cara, no es rentable producir clinker", dice Solar.
A ello se sumará la construcción de tres nuevas plantas para producir cemento, las que se integrarán a la unidad que ya opera en la comuna de El Bosque (ver foto), donde elaboran un cemento especial para la producción de hormigón. Ahí, BSA tiene una capacidad instalada de 250 mil toneladas anuales.
"Para convertirnos en una gran empresa cementera, el proyecto es alimentar con clinker importado la planta que tendremos en Coronel", en la VIII Región, enfatiza Solar. La construcción de esa unidad, que tendrá capacidad para 500 mil toneladas, comenzaría en enero de 2013. "Debería estar operativa a fines de 2014", indica el gerente. La inversión será de US$ 50 millones.
La segunda planta futura estará ubicada en la Región Metropolitana, en Quilicura, y hoy está en etapa de obtención de los permisos ambientales, que esperan lograr en el primer semestre de 2013. Ello implicaría dar luz verde a la construcción en el segundo semestre del próximo año. Con una capacidad de 1 millón de toneladas en una primera etapa, demandará unos US$ 70 millones.
Para atender la demanda minera e inmobiliaria, la tercera planta se emplazará en el norte de Chile. "Estamos buscando un puerto apto entre Antofagasta e Iquique", adelanta. Esta operación será de menor envergadura y estaría funcionando en 2014. Invertirán US$ 35 millones.
Solar cuenta que parte de la estrategia es usar las instalaciones de BSA a lo largo del país, "que son más eficientes logísticamente que las de nuestros competidores". Argumenta que estas últimas son empresas "que se formaron hace 50 años y crearon plantas en función de yacimientos de caliza que actualmente están con escaso material. Hoy, eso no significa que sean más eficientes, y se traduce en mayores costos de transporte", afirma.
Por ello, las ubicaciones de las cuatro plantas son "estratégicas" en función del ahorro de costo de transporte. No es todo. El nuevo proyecto utilizará el ferrocarril como transporte de todas las materias primas que usarán en la operación y piensan cambiar cerca del 50% del flete de camión a ferroviario, partiendo en 2013. BSA tiene una flota cercana a 350 camiones para transportar hormigón premezclado.
La inversión total será superior a US$ 300 millones, a 2017, considerando las áreas de cemento, hormigón premezclado y áridos. En 2013, Solar proyecta ventas superiores a US$ 200 millones. A 2017, bordearán los US$ 500 millones en facturación.
Lo que viene
El mercado chileno tiene un tamaño de seis millones de toneladas de consumo de cemento, con un crecimiento a tasas de dos dígitos. "Si sigue creciendo la economía del país, llegará a 7,5 millones de toneladas de consumo nacional a fines de 2014. Si queremos lograr el 25% del mercado, tendríamos 1,8 millón de toneladas", calcula Solar. A su juicio, el mercado "irá creciendo de todos modos. La pregunta es si todos los actores estarán en condiciones de seguir el crecimiento, y eso no ocurrirá porque, o van a quedar con localizaciones mal ubicadas, o tendrán escasez de materias primas, altos costos de energía en sus procesos o una logística ineficiente", afirma.
¿Hay mercado para tantos actores? "Depende del hambre que tengan y cuán eficientes en costos sean (...). Hay actores que perderán participación en función de otros más eficientes", dice.
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