"Chaleco" ya es segundo e idea estrategia con Tamarugal

Francisco López ha dicho que prefiere constancia que grandes resultados. Por eso estaba contento ayer, luego de escalar de la sexta a la segunda posición tras la segunda etapa del Dakar, entre las ciudades argentinas de San Luis y San Rafael. Más contento lo dejaba, además, el hecho de haber sufrido un accidente que podría haberle costado mucho más caro.

El nacional se enredó en el paso de un río. Casi cuando salvaba el obstáculo, se cayó y la moto fue a dar al agua. "Partí medio complicado, la pude levantar rápido, pero se mojó la parte de la inyección. Pasé mucho susto, porque pensé que se paraba el motor y ahí hubiera perdido minutos valiosos. Eso me costó dos o tres minutos en que la moto empezó a agarrar nuevamente la potencia y después de eso nuevamente retomé la prueba", contó López en la entrada de su casa rodante.

Después, la especial no fue de mayor dificultad para el curicano, quien pasó de buena manera la segunda parte de la ruta, que tenía más dunas.

"Ahí me sentí muy cómodo y pude pillar a Cyril Despres, encontré a Marc Coma ahí también en las dunas, salimos juntos y nos vinimos hasta la meta. Siempre uno piensa que el resultado pudo ser mejor, pero estamos contentos", analizó López. La etapa la ganó el británico Sam Sunderland (ver página 47).

El resto de los chilenos no tuvo un buen día ayer. Jeremías Israel sufrió varias caídas y hasta pasó a llevar a un fotógrafo en la ruta; también se perdió junto a Daniel Gouet, que en otra zona de la carrera se cayó, misma suerte vivieron Felipe Prohens y Claudio Rodríguez.

La estrategia para hoy

Tras la jornada de ayer, López comentó que "el ritmo está demasiado fuerte, la carrera es muy larga y mañana (hoy) viene el maratón, donde hay que cuidar la moto".

En el tramo de hoy, entre San Luis y San Rafael (la que iba a ser recortada a unos 130 kilómetros) los deportistas no pueden recibir ayuda de sus mecánicos, deben resolver solos o entre pilotos las dificultades.

Como en KTM no hay un mochilero designado, "Chaleco" ideó un plan por si necesita ayuda, el que incluye a Cristián Naser, de Tamarugal, el equipo que recibió a López en el Dakar pasado.

Por la tarde, cuando los equipos preparaban la hoja de ruta de la siguiente jornada, primero el team manager de KTM, el austríaco Alex Doringer; el mecánico de López, Roberto Boasso; y el mismo "Chaleco" caminaron los 200 metros que los separaban de la carpa de Tamarugal para conversar el tema.

Tras la cita, López lo explica: "En Tamarugal está mi amigo Cristián Naser. KTM le va a pasar a él una llanta de maratón, que son más resistentes, pero más pesadas. Yo voy con una más blanda, que podría gastarse mucho. Si la llego a necesitar, él me la va a cambiar. Pero nada es seguro, en una de esas, termino con mi propia llanta".

Naser confirma que "en el caso de que él llegue con poco neumático, le doy el mío, la rueda entera y sigo, porque mi ritmo no es tan rompedor como ellos, que van a fondo. Espero poder ayudarlo, es un gran amigo. Ojalá deje atrás esos terceros lugares".