Chayanne: "Siempre será más difícil mantener una carrera consolidada"

<P>El cantante puertorriqueño adelanta sus próximos dos conciertos en Chile, el 4 y 5 de noviembre en el Movistar Arena, y reconoce que está en negociaciones para Viña 2011. Además, detalla cómo se convirtió en el artista más trabajólico del mercado hispanoparlante.</P>




Chayanne gira la mirada hacia el cielo, cuenta con los dedos y arroja una cifra que a él mismo lo sorprende: desde 1984 luce la extenuante frecuencia de un lanzamiento discográfico cada dos años. Un registro casi inédito. "Sí, es raro, pero es mi método", se justifica el puertorriqueño de la sonrisa perenne en el salón de uno de los hoteles más imponentes del DF, donde ha llegado para ejecutar su propio método: México es uno de los 25 países que recorrerá su tour No hay imposibles, iniciado en mayo en EE.UU.

En el tramo, el próximo 4 y 5 de noviembre, el cantante hará dos conciertos en el Movistar Arena, los que ya cuentan con varias ubicaciones agotadas (ya se analiza un tercer recital). Pero el método de Chayanne se fraguó desde mucho antes y él mismo lo enumera sin perder su mueca de felicidad: en 2008 culminó la gira Mi tiempo, que se extendió por un año y medio; luego pasó seis meses registrando la serie Gabriel, donde sucumbió al furor por los vampiros y junto al "Puma" Rodríguez encarnó a un chupasangre de semblanza latina. Grababa todas las semanas, de 5 de la tarde a 5 de la mañana, y a veces sólo tenía opción de aprenderse los guiones en el auto camino al estudio. Luego puso manos a la obra en el álbum No hay imposibles, lanzado en febrero, y en la gira que lo devolvió a la ruta. Si hubiera que buscar algún latino para el apodo que James Brown alguna vez ganó como "el hombre más trabajador del espectáculo", Chayanne sería el primero en la lista.

"Es que me gusta estar encima de todo. Cuando planeamos la gira, alquilo un galpón y ahí lo elaboro todo yo. Porque Chayanne es así: Chayanne canta, Chayanne baila, Chayanne actúa. Pero siempre prefiero superar mi propia puesta en escena anterior y no fijarme en otros artistas", dice el cantante en tercera persona.

"Suena agotador y uno también se cansa, porque soy ser humano y no creo en esa separación del artista y el hombre. A mi familia la veo cada tanto y me acostumbré a eso, pero nunca me he planteado eso de coger dos años libres. Nunca. Y por eso estamos acá", dice con respecto al periplo que el viernes 23, ante 17 mil personas, en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México, dio luces de lo que mostrará en Santiago: un espectáculo cruzado por una pantalla de alta definición y que se centra en sus últimos álbumes. También hubo concesiones para los fans de vieja guardia, con Palo bonito y Fiesta en América, con un surtido cuerpo de baile y un artista que sigue rindiendo al 100% en el mano a mano entre el baile y la balada.

Si todo cuadra, será el mismo concierto que llevará hasta el próximo Festival de Viña. "Hay conversaciones y siempre es bueno volver", asegura el intérprete, en negociaciones también reconocidas por sus representantes en Chile. Será una nueva instancia de trabajo en una gira que planea extender hasta mayo de 2011. Porque, más que obsesión, lo de Chayanne es fe en los métodos del pop. "Aún creo en el disco físico, en poner una foto, dar las gracias, olerlo, sentirlo. Ojalá que internet nunca lo desplace", teoriza. "Me gustan todas esas formas, aunque no sé si me considero un artista clásico. Estoy en un nivel y siempre será más difícil mantener una carrera consolidada. Tener una trayectoria exitosa es lo más complejo en este ambiente. Cada vez el trabajo te exige más", concluye un hombre que, ante el estrés, prefiere seguir sonriendo.

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