Chef Guillermo Rodríguez revela el menú del mejor lodge flotante del mundo

<P>El Atmosphere, el barco de expedición que ha destacado en Forbes y atrae a millonarios extranjeros, tiene a uno de los mejores exponentes de la cocina chilena. Allí, el cordero, la centolla, los locos y el merkén son degustados en los más bellos paisajes patagónicos.</P>




Dicen que más que un lujo, comer en el Atmosphere es una verdadera aventura. Llegar en zodiac por un río poco explorado hasta la orilla de un lago patagónico, donde lo espera un almuerzo con asado al palo, o viajar luego en helicóptero desde el propio barco hasta los pies de un glaciar para seguir con el postre, son parte de las experiencias que ofrece el lodge flotante del empresario Andrés Ergas.

Elegido en diciembre como uno de los 10 mejores barcos de expedición del mundo por la revista de navegación Super Yatch World y destacado por Forbes, en 2007, como "el viaje de pesca más caro en el mundo", el Atmosphere tiene un eje fundamental en todas sus travesías por la Patagonia: la gastronomía de Guillermo Rodríguez. Según el chef -presidente del grupo Les Toques Blanches-, el concepto es la cocina chilena renovada, con productos como el merkén, el picoroco o preparaciones como el chupe de locos y el charquicán.

"La gente busca experiencia, sensibilidades, sorprenderse. Viven con el lujo que uno se puede imaginar, pero no siempre están frente a un ajo chilote o una centolla magallánica entera", explica Rodríguez.

Esa gente de la que habla el chef son millonarios, miembros de la realeza y actores de Hollywood que llegan en aviones privados y pagan cifras altísimas por una semana en un barco para sólo 28 pasajeros, en su mayoría son amantes de la pesca y de la naturaleza. Rodríguez cuenta que se hacen fans de los productos y vinos chilenos. El chef trabaja todo el año junto a su equipo para elaborar la gastronomía del barco y los paisajes que acompañarán. Todo es bien cuidado, desde la vajilla y los cubiertos, hasta los adornos de flores nativas.

Noches temáticas

Durante el verano, la empresa Nomads of the Seas ofrece el programa Ultimate Fly-Fishing (pesca con mosca). En el menú destacan las noches temáticas. La de bievenida comienza con la ceremonia del calafate. "Se le cuenta la historia que dice que el que come el calafate vuelve a la Patagonia", dice Rodríguez. Y esa noche la comida gira en torno a ese fruto. También está la noche del patache patagónico, donde destacan las centollas enteras, servidas con diferentes salsas, un caldero de pinzas de jaiba y productos típicos de la zona.

Se suma la noche de cocina chilena renovada. Las preparaciones abren todos los sentidos: chupe de locos, chuleta de cordero magállanico con charquicán, mousse de picoroco, estofado de costillar de res con porotos grandos. Uno de los platos con mayor aceptación es el mero confitado con limón de pica y puré de habas. "Y siempre hay sopaipillas y pebre", agrega el chef.

Los postres también giran en base a productos chilenos. Suspiro de murtilla macerado en pisco con helados artesanales o mil hojas de membrillo con helado de cola de mono y salsa de lúcuma, son sólo algunos. Una cena puede llegar a costar hasta $ 70 mil por persona en un restaurante.

Rodríguez viaja constantemente al barco y para abril ya prepara el programa Tasting Chile, donde se acompaña con un chef nacional y uno extranjero. "La idea es que se involucre con los productos chilenos, los investigue y haga su propia cocina con ellos", explica.

Para este año será el mejor chef de Brasil, Alex Atala, el invitado a esta experiencia, que incluye una cuidadosa selección de vinos chilenos, en su mayoría de viñas más boutique como Amaina, Maycas, Leyda, Tabalí o Von Siebenthal.

Y acá no sólo ganan los dueños: "Esto es imagen país, es mostrar Chile al más alto nivel", señala el chef.

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