Chile y España
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Señor director:
Los 200 años de vida republicana de Chile que hoy se celebran son vistos por muchos como la liberación de la patria. Pero en realidad no significan sino su esclavización a la revolución liberal.
La acción subversiva ideada en nuestro suelo y en el resto de América por hombres como O'Higgins, Bolívar, Miranda y San Martín dio alas a un alzamiento ilegítimo, porque nuestra patria debía obediencia a la monarquía católica, en ese entonces representada por el Rey Fernando VII de España. Ahí están nuestras raíces y nuestro origen. Nuestra verdadera patria comenzó -en América- con la fundación de los reinos del imperio hispano-católico.
La independencia nacional dio paso a la vida republicana y, por ende, a la corrupción política y parlamentaria y moral con la destrucción de los profundos valores cristianos, la neutralidad en materia religiosa y el ateísmo de Estado. La emancipación americana fue condenada por Pío VII en su encíclica Etsi Longissimo Terrarum. Conviene precisar que el honroso obispo chileno José Santiago Rodríguez Zorrilla adhirió a la causa monárquica. Estos son poderosísimos argumentos para concluir que el Bicentenario enluta a la patria católica.
Cristián Poblete Rivas
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