Chile y Perú acuerdan agenda de distensión en la antesala de La Haya

<P>Diseño incluye citas de ministros sociales y de subsecretarios de RR.EE. y Defensa.</P>




El 16 de agosto, los cancilleres de Chile y Perú, Alfredo Moreno y Rafael Roncagliolo, coincidieron en las islas Galápagos, en el aniversario 60 de la Comisión Permanente del Pacífico Sur, que nació en el marco del Tratado de 1952. Dicho pacto es uno de los puntos centrales del litigio en La Haya: Chile lo defiende como uno de los instrumentos que fijó el límite marítimo, mientras Perú señala que se trata sólo de un acuerdo pesquero.

Más allá de estas diferencias, Moreno y Roncagliolo aprovecharon ahí de abordar un tema que se venía conversando hace meses: un plan bilateral para dar señales de distensión en la antesala de la fase oral del juicio en La Haya, que se concretará las dos primeras semanas de diciembre.

Según explican diplomáticos chilenos y peruanos, la idea es realizar varias reuniones de alto nivel antes de diciembre, reforzando la agenda de cooperación y el mensaje de que, tras el fallo de La Haya, la relación continuará.

Esto, pues el diagnóstico común es que en los alegatos orales se abrirán fuertes tensiones, al conocerse los antecedentes que ambos gobiernos han presentado de manera reservada a la corte.

Así, uno de los puntos conversados en Galápagos fue concretar -en fecha por definir, pero antes de los alegatos- una reunión del Consejo de Integración Social. Encabezados por Roncagliolo, llegarán a Santiago los ministros peruanos de Interior, Salud, Trabajo, Vivienda, Educación, entre otros.

Además, se realizará en noviembre un Comité de Integración, en Tacna o Arica, al que asistirán -de manera extraordinaria- los vicecancilleres Fernando Schmidt y José Beraún.

Pero la cita más comentada de este diseño, en todo caso, es el Consejo de Defensa y Seguridad, Cosede. Integrado por los viceministros de RR.EE. y Defensa, es el paso previo para la reunión más emblemática de la agenda bilateral: el "2+2", que reúne a los ministros de ambas carteras.

Esta última instancia fue congelada indefinidamente en 2008 por la administración de Michelle Bachelet, tras la demanda limítrofe peruana. Y aunque su reactivación aún no ha sido zanjada, concretar el Cosede antes de diciembre es una señal en ese sentido.

La fecha del Cosede, dicen en RR.EE., está siendo afinada por estos días con la Cancillería peruana por el embajador chileno, Fabio Vío.

Pero también el diseño contempla dos visitas de Piñera a Lima. El 2 de octubre, el Presidente viajará para la Cumbre de Sudamérica y Países Arabes. Y el 30 de noviembre, sólo tres días antes de que el embajador limeño Allan Wagner inicie los alegatos en La Haya, el Mandatario chileno irá a la cumbre de Unasur en Perú.

Para dicha ocasión, dicen diplomáticos de ambos países, se espera un gesto especial: una reunión entre Piñera y Humala, en que ambos refuercen el llamado a enfrentar con tranquilidad las que se prevén como tensas semanas posteriores.

Hoy, ambos mandatarios coincidirán también en Vladivostok, Rusia, participando de la cumbre Apec. Según comentan fuentes diplomáticas, también podría haber algún encuentro informal. Como forma de dar por completamente superada la polémica abierta el jueves por el ex canciller limeño José Antonio García Belaunde. El representante de su país ante La Haya dijo que Piñera había roto las reglas de reserva de la corte al mencionar algunos argumentos chilenos, pero luego retiró sus dichos (ver nota secundaria).

En ambos gobiernos destacaban ayer el manejo "sin aspavientos" de dicha polémica, en la que se evitaron emplazamientos que pudieran tensionar aún más el escenario. Todo, agregan tanto en Santiago como en Lima, en el marco del diseño de agenda unitaria, que ya había tenido una primera expresión con la carta de los escritores Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards, quienes hace un par de meses llamaron a la "concordia" entre ambos países.

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