Chileno secuestrado por piratas: "Tenemos miedo de morir"

<P>En un video, Eddie López contó que sólo come cada dos días y pidió a la empresa para la que trabaja que pague el rescate.</P>




A seis meses de ser secuestrado por piratas somalíes en el golfo de Adén, frente a costas africanas, el chileno Eddie López López (44) pidió ayuda para su rescate en un video grabado por sus captores. Los testimonios de él y el resto de la tripulación del barco secuestrado fueron dados a conocer por el canal de YouTube de Waagacusub TV.

Los videos, subidos el lunes, muestran a López en una zona desértica y en compañía de otros tripulantes: un danés y cuatro ciudadanos filipinos. Al momento de ser secuestrado, el 12 de enero, López, quien tiene nacionalidad danesa, capitaneaba el barco "Leopard", de propiedad de Shipcraft.

Su familia, que vive en Villa Alemana, hizo público su plagio en marzo y pidió ayuda a las autoridades de Dinamarca y de Chile.

López aparece escoltado por varios piratas encapuchados, armados con fusiles, al momento del secuestro. El marino relató que "llevábamos equipo militar a bordo de la nave, parte del cual fue cargado en Europa. Teníamos que descargar equipos en Mumbay, Malasia, Singapur, Indonesia y Filipinas".

El chileno contó que el encargado de la tripulación estaba revisando el radar cuando detectó la llegada de los piratas. "Cuando llegué a la cubierta estaban dos botes a los lados del barco. Activamos todas las alarmas, llamamos a la compañía. Traté de hacer diferentes maniobras de evasión, pero nuestro barco era muy lento".

Agregó que comenzaron a dispararles y quebraron las ventanas. "Había balas por todos lados. Una pasó a cinco centímetros de mi cara".

López explicó que "cuando el jefe me dijo que ya había un hombre en la cubierta, paré el barco y nos escondimos en el salón de máquinas durante cinco horas, hasta que el pirata rompió la puerta y nos llevó a la cubierta".

Tras esto, los somalíes inutilizaron los controles, lo que les impidió volver a navegar. Incluso, intentaron tirar el barco con uno de los botes, pero no lo lograron. "Al final llevaron a toda mi tripulación a los botes y dejamos el barco. Estuvimos navegando cuatro días".

Hace tres meses, relató, los bajaron de la nave y comenzaron a deambular por el desierto. Dice que sus compañeros han tenido dolores estomacales y problemas de presión arterial.

"Estamos muy asustados. Nosotros no comemos y sólo recibimos una pequeña porción de carne cada dos días, y sólo tomamos leche de camello, porque el agua está sucia". Visiblemente afectado, continúa: "La presión es enorme todo el tiempo. Estamos muy mal sicológicamente. Tenemos miedo de morir. Creemos que en menos de un mes uno de nosotros morirá".

Asegura que los piratas los amenazan para que paguen el rescate y que les recriminan que el barco iba a tirar desechos tóxicos al mar. "La última vez que hablé con la compañía fue hace tres meses y medio y deseo enviarles un mensaje: por favor ayúdennos, queremos ver a nuestras familias".

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