Chilenos buscan diagnosticar esquizofrenia a través del movimiento de los ojos
<P>Ante inexistencia de exámenes específicos, expertos creen que estudio de este movimiento podría ayudar a predecir la enfermedad.</P>
Se calcula que en Chile alrededor del 1% de la población sufre esquizofrenia, una enfermedad mental que no tiene un origen ni una explicación clara, pero que se caracteriza por la aparición de alucinaciones, distorsión de la realidad y trastornos del pensamiento, acompañados de desmotivación y dificultad para expresar emociones.
El gran problema del trastorno es la inexistencia de una herramienta de diagnóstico certera que permita establecer claramente si el paciente tiene o no la enfermedad. No hay exámenes que descarten o confirmen el mal en forma rápida, y menos, que se anticipe a su primer episodio, el que generalmente ocurre a los 18 o 20 años. Además, esta enfermedad tiene tan variadas formas de presentación y síntomas, que es muy difícil de diagnosticar.
Conscientes de este escenario, en el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), científicos chilenos trabajan en el desarrollo de un método que ayude en su diagnóstico y en la evaluación posterior del tratamiento de los pacientes, a fin de ajustar las dosis de sus medicamentos, o cambiarlos.
Movimiento de los ojos
En esa búsqueda, los especialistas creen que el movimiento ocular puede ser de gran ayuda como marcador fisiológico. El doctor Pedro Maldonado, neurocientífico e investigador de la U. de Chile, que participa en el estudio, explica que aunque no seamos consciente de ello, nuestros ojos se mueven cuatro veces por segundo, esto es más de 100 mil veces por día. "Estos movimientos reflejan varios procesos cognitivos, y podría ayudar a identificar defectos cognitivos. Estudios previos muestran que estos movimientos sirven para explorar el entorno, lo que en estos pacientes no ocurre.
"Ellos tienden a explorar muy poco y fijan su vista en una posición", dice Maldonado. Incluso, se ha visto que ante la presencia de diferentes emociones, estos pacientes sufren un cambio en el diámetro de la pupila, lo que permitiría desarrollar terapias.
Los pacientes autistas y con trastorno bipolar también tienen un movimiento ocular característico.
Uno de los objetivos de este estudio es precisamente analizar este movimiento, ver qué ocurre a nivel eléctrico en el cerebro y comparar ambos datos para determinar si están relacionados y así crear un examen más preciso que alerte la presencia de la enfermedad.
La investigación
El estudio, que se acaba de iniciar, tendrá una duración de 10 años y consistirá en mediciones encefalográficas con electrodos y máquinas de video oculograbadoras, capaces de registrar en varios cuadros por segundo el movimiento de los ojos.
Con los dos elementos se podrá saber qué ocurre en el cerebro cuando los pacientes miran determinadas imágenes, en qué se fijan y cuánto tiempo se detienen en determinadas zonas de la imagen. Si se comprueba que existen marcadores comunes entre los pacientes, será posible buscar esos datos en otros pacientes que ya hayan presentado su primera crisis, o aquellos en los que se sospecha que tienen la enfermedad. En este último grupo es fundamental la detección temprana, porque se sabe que mientras antes comience el tratamiento, mejores son los resultados e inserción en la sociedad.
"Aparentemente muchos de los pacientes esquizofrénicos tiene menos conexiones, uniones, en el cerebro y eso parece que se traduce en una forma distinta de conexión y de relación con el mundo", dice Maldonado.
Para la investigación ya iniciaron contactos con el Hospital Clínico de la U. de Chile, el Hospital Siquiátrico Dr. José Horwitz, el Hospital del Salvador, entre otras instituciones. La idea es reclutar en los próximos dos años entre 100 y 200 pacientes voluntarios. A la fecha ya han realizado varias pruebas con 70 estudiantes universitarios que servirán como grupo de control.
En el estudio también participa un equipo multidisciplinario de siquiatras, sicólogos e ingenieros, entre otros profesionales y alumnos de posgrado.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.