Chilenos prueban quimioterapia que elimina efectos secundarios

<P>Con pequeñas partículas llegan al centro del tumor y lo destruyen de forma selectiva.</P>




En cáncer de mama, ovario y pulmón se usa para la quimioterapia paclitaxel, un fármaco que impide la división celular y que, por lo tanto, evita el crecimiento del tumor. Sin embargo, provoca efectos secundarios importantes y molestos en los pacientes, como la disminución en la cantidad de leucocitos (glóbulos blancos), mayor riesgo de infecciones, reacciones alérgicas, pérdida del cabello, dolores en pies y manos (neuropatía), debilidad, vómitos y diarrea, entre otros.

Por lo mismo, contar con un fármaco igual de efectivo, pero sin estas molestias, es motivo de investigación en varios de científicos del mundo.

En Chile, especialistas del Center for Integrative Medicine and Innovative Science (Cimis) de la U. Andrés Bello trabajan en una terapia de este tipo con nanopartículas de polímeros. Estas son pequeñísimas partículas de un compuesto artificial biodegradable al que se le incorpora el fármaco de la quimioterapia, para que -como un vehículo- lo transporte directamente hacia el tumor y actué sólo allí, sin afectar a las células sanas. Así se pueden obtener los mismos buenos resultados de la quimioterapia tradicional, pero sin los efectos adversos.

Cristián Vilos, científico del Cimis, dice que el concepto de nanotecnología se aplica a todas las partículas que están entre el 0,1 y los 100 nanómetros (nm). Un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro.

Desde hace varios años, la medicina viene trabajando en el uso de estas nanopartículas para distintas patologías. En España, por ejemplo, tanto la U. de Navarra como la de Valencia trabajan con nanopartículas de lípidos y magnéticas también para la administración de medicamentos para el cáncer, párkinson o alzhéimer, con buenos resultados -al menos- en animales.

En Cimis están probando partículas de hasta 300 o 400 nm, de un material polímero biodegradable y biocompatibles con los humanos. "El objetivo es crear un nanocarrier, en el que encapsulemos fármacos que son tóxicos y que se deben administrar en altas dosis. Al estar encapsulado dentro de la esfera, se reduce esta toxicidad y no afecta a las células normales", dice Vilos.

A la fecha, han probado esta vía de administración de quimioterapia en laboratorio para cáncer ovárico, con los mismos resultados positivos del tratamiento tradicional, pero sólo en la zona delimitada. En marzo harán una prueba para cáncer vesical en animales.

El oncólogo de Clínica Alemana Jorge Gallardo señala que buscar una forma de disminuir la toxicidad de este fármaco es de gran importancia, ya que el paclitaxel "es muy eficaz para el cáncer. Lo usamos mucho en cáncer de mama, ovario y pulmón, principalmente, pero los pacientes se quejan sobre todo de la alteración de la sensibilidad, lo que les impide manejar un auto, por ejemplo", explica.

Actualmente, agrega Gallardo, se utilizan nuevas versiones de este fármaco y diferentes formas de administrar (cada 7 días, 21 días) lo que permite disminuir en parte los efectos secundarios.

Sin embargo, todavía no es posible evitar el daño en la médula ósea (menos glóbulos blancos) por lo que quedan más expuestos a infecciones oportunistas.

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