Científicos australianos prueban spray nasal que podría prevenir diabetes tipo uno
<P>En ratones evitó respuesta inmune del cuerpo que destruye las células que producen la insulina. </P>
Un niño o joven que sufre de diabetes tipo uno y que es insulinodependiente, debe pincharse con una aguja al menos cinco veces al día. A eso se suma una serie de restricciones en su alimentación y la medición constante de la cantidad de glucosa en su sangre. En Chile, entre el 3% y el 5% de la población sufre este mal y según el Minsal, entre 1995 y 2000 se registró un promedio de 150 casos anuales.
Ahora, un grupo de científicos australianos, del Instituto Walter and Eliza Hall y del Hospital Royal Melbourne, trabaja en una solución definitiva para este mal: una vacuna en spray capaz de prevenir la aparición de la enfermedad, que ya fue probada en ratones con buenos resultados e incluso, en un grupo de personas que tenían el mal en un estado incipiente y que aún no requerían insulina.
Según explicó la directora ejecutiva de la Asociación de Diabéticos Chile (Adich), Loreto Aguirre, la diabetes tipo uno o diabetes juvenil es una enfermedad autoinmune en la que el propio organismo, por razones aún desconocidas, destruye las células beta, que son las encargadas de producir insulina en el páncreas, que es la encargada de transportar la glucosa hacia las células. Sin ella, las células se quedan sin azúcar o combustible para sus funciones. Por esta razón, este tipo de pacientes debe inyectarse insulina varias veces al día, primero, para conocer su nivel de glucosa en la sangre y luego, para regular la cantidad de combustible en el cuerpo.
En 2006, el mismo equipo de médicos australianos inició un largo estudio para probar las ventajas de la insulina inhalable en pacientes insulinodependientes. Pero hace algunos días sorprendieron al mundo científicocon nuevos antecedentes: la insulina inhalable también logró "desensibilizar el sistema inmune humano", lo que impidió que éste eliminara las células que producen naturalmente la insulina en el cuerpo. "En experimentos en ratones logramos prevenir la aparición de la enfermedad en los animales, por lo que estamos en el camino correcto para encontrar la vacuna", declaró Glenn Harrison, uno de los autores del estudio a la revista Diabetes.
Ahora, los expertos iniciaron un amplio estudio en Australia y Nueva Zelanda, que medirá el potencial de la vacuna para prevenir la enfermedad.
Para ello, seleccionaron a pacientes con antecedentes familiares de diabetes tipo uno y que en la muestra de sangre ya presentaran anticuerpos contra las células beta, aunque sin destrucción de éstas. Es decir, que aún no fueran insulinodependientes.
Aguirre dice que los primeros síntomas de la enfermedad, como cansancio, desgano y mucha sed, se presentan cuando los pacientes son niños, mayoritariamente desde los 10 años, aunque también se presentan casos en bebés de meses. "La diabetes tipo uno tiene un componente genético, por lo que se puede sospechar que si uno de los padres o un hermano tiene la enfermedad, otro miembro de la familia también pueda portar el gen y tal vez desarrollar diabetes", indicó.
Aunque todavía falta tiempo para que la investigación australiana genere un medicamento, Aguirre dice que cualquier elemento que ayude a la calidad de vida de estos pacientes es bienvenido.
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