Científicos descifran ADN de humano prehistórico que vivió hace 7 mil años
<p>Investigadores identificaron parte del genoma de dos cazadores recolectores del Mesolítico, descubiertos en 2006 en España. </p>
Ambos se alimentaban de productos del mar, animales que cazaban y frutos que podían recoger. Tenían entre 30 y 35 años cuando murieron y sus restos fueron depositados en una cueva de la Montaña Oriental de la provincia de León y Castilla, cerca de la cordillera Cantábrica, hace 7 mil años, en plena época Mesolítica. Allí permanecieron casi intactos hasta 2006, cuando fueron hallados por un grupo de científicos españoles. Ahora un grupo de expertos del CSIC logró descifrar parte del genoma de estos hombres prehistóricos, lo que lo convierte en el ADN más antiguo del cual se dispone, superando por 1.700 años a Ötzi, el Hombre de Hielo del Neolítico, hallado en Los Alpes en 1991.
Los restos, descubiertos por casualidad en el yacimiento de La Braña-Arintero, fueron estudiados por el arqueólogo de la Junta de Castilla y León, Julio Manuel Vidal Encinas y bautizados como Brañan I y Brañan II. La zona fría y montañosa donde se ubica la cueva permitió que se conservaran los restos con su ADN. Sin embargo, aunque éstos fueron hallados en España, los datos genéticos -extraídos de un diente y un molar- revelan que ninguno de estos dos hombres prehistóricos tiene relación con la población actual de la península Ibérica. De hecho, su ADN es más familiar con las personas que habitaron lo que actualmente es Inglaterra, Alemania, Lituania y Polonia, lo que supone un origen común.
Análisis de ADN
El profesor del Instituto de Biología Evolutiva e investigador del CSIC (Consejo Nacional de Investigación Española), Carles Lalueza-Fox, fue invitado el año pasado a revisar los restos para intentar extraer su ADN. Sus intentos tuvieron éxito. “En el laboratorio hicimos un corte a la raíz de un diente de cada individuo. En total eran muestras de unos 200 miligramos. A uno le extrajimos ADN de un molar y al otro, de un incisivo que estaba suelto. Hicimos pruebas de secuenciación masiva durante cinco meses y tras descartar información de elementos del suelo y otros ambientales, logramos descifrar el 1,3% del genoma de un individuo y el 0,5% del otro”, explicó a La Tercera el académico.
Durante el próximo año, el científico cree que estarán en condiciones de completar la secuenciación de estos genomas y compararlos con el del hombre moderno. “La llegada del Neolítico significó un reemplazo de poblaciones y pudo provocar cambios genéticos en genes asociados a nuevas enfermedades infecciosas y en genes metabólicos ligados a los cambios de dieta que tuvieron los habitantes de entonces, por lo que la información que aporte ese genoma una vez que se complete, será muy importante”, reconoció Lalueza-Fox. “Si conseguimos descifrar todo el genoma, que es la nueva misión, podríamos saber más sobre sus rasgos físicos, si tenían predisposición a enfermedades, el tipo de alimentación que tenían y hasta la relación familiar de estos dos individuos”, señaló.
Más antiguos que Ötzi
Hasta ahora, los datos genéticos más antiguos de los que se tenía conocimiento era el de Ötzi o el Hombre del Hielo, un cazador prehistórico que falleció desangrado hace unos 5.300 años, atravesado por una flecha en su tórax.
Fue hallado en 1991, en Los Alpes. Su cuerpo estaba casi intacto (con piel y pelo), ya que fue protegido por el hielo que lo cubrió y que lo mantuvo congelado.
Su genoma completo fue dado a conocer a comienzos de este año y reveló que la momia encontrada en 2005 padecía de una infección bacteriana, era intolerante a la lactosa, tenía los ojos castaños y estaba relacionada con los modernos habitantes de Córcega y Cerdeña.
Braña I y Braña II corresponden al período Mesolítico, casi 2 mil años antes de la era en que vivió Otzi. El Mesolítico se ubica entre el Paleolítico y el Neolítico y marca el inicio de una agricultura incipiente y del sedentarismo.
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