Científicos probarán en humanos prototipo de primer páncreas artificial
<P>El avance sería clave para aquellos pacientes con diabetes tipo 1, que son incapaces de generar insulina y deben inyectarse esta hormona diariamente. El desarrollo completo del sistema estaría listo en cuatro años, simplificando la vida de aquellas personas insulinodependientes.</P>
Hasta ahora, el único tratamiento para los más de 20 millones de personas en el mundo que padecen diabetes tipo 1 es inyectarse periódicamente insulina. Sin embargo, esto podría cambiar en el mediano plazo. Científicos de la Fundación para la Investigación en Diabetes Juvenil (JDRF) de Estados Unidos y la empresa Johnson & Johnson acaban de anunciar que durante este año empezarán las fases de prueba del primer páncreas artificial del mundo.
Este órgano postizo reproducirá casi las mismas funciones que el páncreas real. Es decir, controlar y suministrar las cantidades necesarias de insulina para mantener el nivel normal de azúcar en la sangre, lo que evitaría los pinchazos diarios en los enfermos que, generalmente, se aplican varias veces al día.
Los científicos afirmaron que ya han probado individualmente las piezas del aparato con éxito. En los ensayos que vienen, entonces, se busca analizar el funcionamiento en conjunto del sistema. "Ha sido una meta desde hace 40 años para la JDRF. Las piezas del rompecabezas ya están en su lugar y tengo la confianza en que esto va a funcionar", dijo Aaron Kowalski, director de investigación del proyecto del páncreas artificial.
¿Cómo funciona?
El sistema, según sus creadores, es muy simple. Consta de tres aparatos electrónicos que están interconectados entre sí: un monitor de glucosa, un transmisor inalámbrico y una bomba que suministra la insulina.
Cada vez que el monitor detecta una baja o un alza en la glucosa, le indica a la bomba que administre la insulina necesaria para balancear el sistema. Las señales se envían a través de un transmisor que está pegado con un parche al cuerpo y que también está conectado a la bomba por un pequeño catéter que va debajo de la piel.
El usuario puede monitorear constantemente sus niveles de insulina y glucosa. Pero lo más importante es que las personas gozarán de más libertad en su vida diaria. No será necesario, por ejemplo, levantarse en la noche a medir o inyectarse: el páncreas artificial lo hará solo.
Para el diabetólogo y profesor de la Universidad de Chile Manuel García de los Ríos, la idea de este páncreas artificial se asemeja mucho a los marcapasos, que ayudan a controlar la frecuencia cardíaca en los enfermos al corazón. "Son sistemas de medición cerrados que regulan las condiciones del cuerpo. En este caso sería una especie de marcapasos metabólico del cuerpo".
El origen y consecuencias
La diabetes afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Si no se controla apropiadamente, puede producir severas consecuencias: ceguera, amputaciones de las extremidades y daños a diferentes órganos por el exceso de azúcar.
La mayoría de los casos corresponde a otros tipos de diabetes. Sólo entre el 5 y 10% de la población tiene diabetes tipo 1, anteriormente conocida como juvenil. En Chile se estima que entre siete mil y 10 mil personas tendrían este tipo de diabetes. Proporción muy inferior a la de países europeos y de Estados Unidos.
El doctor García de los Ríos dice que, a diferencia de otros tipos de diabetes, la 1 es una enfermedad autoinmune que se presenta en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Se produce porque el mismo cuerpo ataca las células que en el páncreas producen insulina. Y a corto plazo conduce a la pérdida total de la capacidad de producirla.
Según cifras de la Asociación de Diabéticos de Chile, el 75% de los enfermos no controla apropiadamente su enfermedad, por lo que este tipo de aparatos podría ayudar a bajar estos índices.
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