Científicos prueban antioxidante como fármaco para controlar el trastorno bipolar
<p>En pruebas con ratones, el medicamento redujo síntomas asociados a la enfermedad. </p>
Hace unos años, el laboratorio farmacéutico japonés Daiichi Sankyo creó Ebselen, un antioxidante protector contra males vasculares. Sin embargo, el fármaco no alcanzó a comercializarse y perdió su patente. Ahora,la U. de Oxford (Inglaterra) retomó los estudios del compuesto y demostró su eficacia como medicamento para el trastorno bipolar.
Según los expertos, la molécula podría funcionar tan bien como el litio, fármaco más usado en esta enfermedad, aunque sin sus efectos secundarios, como problemas renales, aumento de peso y sed permanente.
En el estudio, publicado en Nature Communications, los investigadores suministraron a ratones pequeñas dosis de anfetaminas, para potenciar síntomas maníacos como agitación, euforia y falta de concentración, similares a los que se viven en el trastorno bipolar. Estos cambios de comportamiento fueron bien controlados con Ebselen. “Su uso es experimental, pero ya se ha probado en humanos con otros fines y ha demostrado que no tiene los efectos secundarios del litio”, explicó a Nature Communications Grant Churchill, uno de los autores de la investigación.
El siguiente paso es realizar un estudio entre voluntarios humanos para evaluar los efectos que tiene la molécula en la función cerebral, antes de administrarlo a pacientes bipolares.
Diagnóstico temprano
El trastorno bipolar es una enfermedad crónica que incluye episodios de manía (mal humor, irritabilidad extrema, falta de sueño y aumento de energía), depresión (irrefrenables sentimientos de tristeza y pensamiento de suicidio) o una combinación de ambas.
Se estima que afecta a una de cada 20 personas. La principal causa de muerte en estos pacientes es el suicidio. En Chile, es un problema de salud pública. De todas las internaciones siquiátricas, representa entre 5% y 15%, y al igual que en el resto del mundo, su diagnóstico es difícil.
Según Luis Risco, director de la Clínica Siquiátrica de la U. de Chile, la demora y el mal diagnóstico empeoran la condición del paciente, ya que “termina tomando muchos medicamentos que no son los indicados para su condición, y al sentir que no hay mejoría se siente peor, deja las terapias y en muchos casos pueden, incluso, intentar suicidarse”.
Roger McIntyre, profesor de Siquiatría y Farmacología de la U. de Toronto (Canadá), dice que tanto para el trastorno bipolar como para la esquizofrenia es clave hacer un diagnóstico temprano y rápido. "El trastorno bipolar y la esquizofrenia pueden avanzar rápido a formas severas. También hemos visto que los pacientes tienen alto riesgo de mortalidad por dos razones: enfermedad cardiovascular y suicidio", dijo a La Tercera. La falta de tratamiento también puede causar daño cerebral. "Estos pacientes tienen problemas de memoria y atención, por lo que es vital detener el deterioro que genera este trastorno", afirma McIntyre.
Hace algunas semanas, el ISP aprobó la utilización de un nuevo medicamento (asenapina) para tratar este mal y también la esquizofrenia, porque aunque son enfermedades distintas, la sicosis que se produce en esta última y lo que provoca el trastorno de ánimo en el trastorno bipolar, es similar. Por ejemplo, “si desarrollas un rush (reacción cutánea) porque eres alérgica a un medicamento o porque tuviste una infección u otro problema médico, de igual manera lo tratas con el mismo medicamento aunque las causas de base sean distintas”, explica McIntyre.
Se presenta en forma de comprimidos sublinguales de rápida disolución y actúa tanto en los síntomas maníacos como depresivos del trastorno bipolar y en los síntomas positivos y negativos de la esquizofrenia sin producir síndrome metabólico (colesterol alto, resistencia a la insulina, hipertensión).
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