Cinco claves para entender el poder de los Hermanos Musulmanes en Egipto

<P>A partir de los 90 evolucionaron hacia un liberalismo islámico conservador, con pluripartidismo y apertura económica.</P>




1 Evolución política

La cofradía de los Hermanos Musulmanes nació en 1928 de la mano de Hassan al Banna. Tuvo un importante papel en la lucha contra el dominio colonial británico. Al Banna ya se oponía en su tiempo a la acción insurreccional y sus sucesores siempre han rechazado el terrorismo contemporáneo. La violencia, según los Hermanos Musulmanes, sólo es legítima para defender una tierra musulmana de un ataque extranjero. En la década de los 70, la hermandad vivió un período de renovación, reforzándose con la incorporación masiva de un floreciente movimiento estudiantil islámico y absorbiendo otras organizaciones. En los 80, mientras organizaciones como Gama al Islamiya o Jihad Islámica emprenden una lucha armada, la hermandad mantiene su apuesta por la revolución pacífica. Durante la década de los 90 y primeros años del siglo XXI, evoluciona hacia una especie de liberalismo islámico conservador, en que algunos ven la influencia del islamismo turco: la mayoría de sus miembros acepta el pluripartidismo, la liberalización económica y su base de reclutamiento es cada vez más la clase media.

2 Redes de ayuda social

Los Hermanos Musulmanes, que obtienen sus ingresos de miembros adinerados, ofrecen escuelas, consultorios y pensiones a los egipcios más pobres. Este modelo de intensa acción social ha sido seguido por otros grupos islamistas, como el libanés Hizbulá y el palestino Hamas. Así, en los barrios pobres de El Cairo y otras ciudades egipcias, los imanes de los Hermanos Musulmanes guardan mantequilla, aceite, arroz y víveres en general, que reparten entre los vecinos. Para muchas familias, a las que el Estado ha dejado durante décadas a un lado, en un país en el que un cuarto de la población es pobre, la ayuda de los islamistas resulta vital. Además de la comida, los islamistas ofrecen ayuda financiera, ayuda médica y educación religiosa gratis a una población en la que el analfabestimo supera el 35%.

3 La revuelta

Si bien los Hermanos Musulmanes no llevaron la voz cantante de la revuelta contra el régimen de Mubarak, especialmente en la Plaza Tahrir, se sumaron a las manifestaciones, manteniendo una posición moderada. Incluso, descartaron respaldar las posiciones de los grupos pro democracia que pedían que los militares entregaran el poder a un gobierno civil e interino. Los Hermanos Musulmanes apoyaron la opción de que el mariscal Tantawi se mantuviera al frente del país, mientras se organizaban las elecciones. Participaron en los comicios legislativos y se transformaron en la agrupación más votada, a través del Partido Libertad y Justicia. Aunque dijeron que no presentarían candidato para los comicios presidenciales, sí postularon y ganaron la elección con Mohamed Morsi. Y mientras se esperaba ese resultado, no protestaron demasiado cuando la Junta Militar disolvió el Parlamento y recortó los poderes del futuro jefe de Estado en temas militares. Con el pragmatismo como consigna, mantuvieron siempre el lema de "mejor ser gobierno que volver a la oposición".

4 Expansión regional

Los Hermanos Musulmanes es la más antigua, extendida e influyente organización integrista del mundo árabe y musulmán, y la "madre" de casi todos los grupos islámicos que en los últimos años han tenido un gran protagonismo internacional predicando la necesidad de que sus países vuelvan a practicar un islam puro y riguroso, derroquen a los autócratas que los gobiernan y se independicen de Estados Unidos. Desde su nacimiento, la cofradía tuvo una vocación más amplia, extendiendo su acción a toda la comunidad musulmana. Históricamente, su influencia ha sido intensa entre los palestinos (con Hamas), Jordania, Siria y los países del Golfo. Los Hermanos Musulmanes sirios fueron masacrados en 1982 en la localidad de Hama.

5 Política exterior

En su primera intervención tras ser anunciado su triunfo, Mohamed Morsi, dando gala una vez más de pragmatismo, declaró que "soy el presidente de todos los egipcios, sin excepción". En esa comparecencia en la que, en un tono cordial prometió proseguir con la revolución, dijo que respetaría los tratados internacionales, entre esos el de paz firmado con Israel en 1979, de Camp David, aunque no se refirió a él de forma explícita. La relación con el Estado hebreo es quizás uno de los aspectos que crea más incertidumbre, así como cuál será la relación que mantendrá con el grupo palestino Hamas, que aún llama a la destrucción de Israel.

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