Cineastas acusan de impostor al español que va a sepultar archivos
<P>Patricio Guzmán y Pedro Chaskel aseguran que Miguel Herberg no es el autor de los registros de 1974 en Pisagua y Chacabuco. </P>
Las mismas imágenes a cargo del mismo camarógrafo aparecen en dos documentales. Cada uno promete ser el original y acusa al otro de apropiarse de su trabajo. Las filmaciones muestran los campos de detención de Chacabuco y Pisagua en febrero de 1974. En Chile, hasta hace muy poco, sólo se conocía la versión alemana: Yo fui, yo soy, yo seré, de Heynowski y Scheumann. Y recién ahora, 38 años después de su grabación, empieza a sonar Chile 73 o la historia se repite, la versión española de Miguel Herberg, luego que el cineasta anunciara que quemaría las copias y sepultaría los originales, escandalizando primero por la acción y luego por la denuncia de que las imágenes no eran suyas.
A favor de Herberg ha hablado él mismo. Mientras que por los alemanes primero salió una carta pública firmada por la Cineteca de la U. de Chile, Cineteca Nacional y el Museo de la Memoria, criticando tanto que se adjudicara el trabajo de otros como la acción de quemar los archivos. Luego, comenzó a circular una declaración de Patricio Guzmán (La batalla de Chile) que acusa que "Miguel Herberg es un impostor. Todos los materiales que él muestra como suyos pertenecen a Heynowski y Scheumann (...). El discurso de Herberg es completamente falso", y aclara que los originales están a salvo en la distribuidora Progress Film, en Berlín. El adjetivo es ratificado por Pedro Chaskel (Venceremos), quien conoció a los directores alemanes en tiempos de la Unidad Popular y al camarógrafo Peter Hellmich en el Festival de Leipzig. "Yo, personalmente, conversé con Hellmich y él parece haber sido el que armó todo el tinglado de infiltración en la derecha chilena. Parece que él era el especialista en operaciones clandestinas. De Miguel Herberg no había oído nunca, ellos nunca me lo mencionaron. Hellmich jamás me dijo que el realizador fuera otro. De ninguna manera Herberg es el realizador. Es un impostor en la medida en que se declara autor de las películas", dice Chaskel.
Scheumann murió en 1998, Hellmich y Heynowski están vivos, pero no se refieren al tema con la prensa. Sin embargo, el año pasado el productor del documental alemán, Mathias Remmert, habló sobre el asunto con la encargada de la cinemateca del Goethe Institut de Santiago, Isabel Mardones, contándole que Herberg sólo era el traductor y que la disputa se había resuelto a favor de la dupla germana en un juicio realizado en Italia en 1976. Herberg menciona el mismo juicio, pero para decir que quien lo ganó fue él.
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