Club de Cuervos: El aterrizaje latino de Netflix
<P>Creada por uno de los nombres latinos de mayor proyección en el último tiempo, la plataforma de streaming estrenará su primera serie hablada totalmente en español este viernes. El cerebro y los protagonistas de la producción hablan sobre la trastienda de esta particular historia. </P>
Hace dos años, el director mexicano Gary "Gaz" Alazraki prácticamente sólo era conocido en su país por el peso de su apellido. Si bien su abuelo fue un cineasta de larga trayectoria, su padre, Carlos Alazraki, es uno de los publicistas más poderosos del país, dueño de una exitosa agencia. El hecho dificultó su carrera fílmica, no sólo por la presión familiar de seguir ligado al mundo empresarial, sino también por los prejuicios que vivió en el mundo cinematográfico por su ascendencia acomodada.
Todo cambió en 2013, cuando Alazraki estrenó su primera película, Nosotros los Nobles. La comedia se transformó en la cinta mexicana más taquillera de la historia, título que le fue arrebatado sólo en cosa de meses por otro filme, pero que elevó el nombre del cineasta en la ficción Azteca. Ahora, el director está a punto de hacer historia nuevamente, con el estreno este viernes de Club de cuervos, serie creada por él y que es la primera producción de Netflix hablada completamente en español.
"Pasé del cine, donde escribíamos cuatro páginas de guión por día, a esto, donde tenía que hacer 12 en ese tiempo, además de editar 520 minutos de un producto final en vez de 100", dice riéndose Alazraki, sobre el rápido avance de su carrera.
La trama se centra en la familia Iglesias, administradora de un sufrido equipo de fútbol llamado Cuervos, de la ficticia ciudad de Nuevo Toledo ("Una mezcla entre Michoacán, Monterrey y Puebla", según el creador), que si bien sólo ostenta un campeonato de segunda división, tiene a toda la ciudad, a la cual los mismos Iglesias ayudaron a modernizarse, pendiente de sus movimientos.
El conflicto se desata cuando el patriarca del clan fallece, dejando el futuro del club y el manejo de este en entredicho. Sus dos hijos, Salvador, o "Chava" como le dicen (Luis Gerardo Méndez) e Isabel (Mariana Treviño), se disputarán la presidencia del equipo. El primero vive una vida de excesos, frecuentando fiestas con drogas y prostitutas, mientras que la segunda es neurótica y adicta a su trabajo, por lo que sus personalidades siempre han chocado.
"Son personajes muy divertidos, pero también muy patéticos. Uno como actor siempre se preocupa si su personaje le va a caer bien a la gente. Acá, eso nos valió madre", dice Méndez, sentado a un costado del director junto a Treviño, quien complementa, "es un humor muy ácido, que no se guarda nada, sino que dice las cosas de forma directa".
Alazraki conoce de primera mano la vida de la clase alta mexicana, por lo que se ha transformado en su principal objeto de sátira, tanto en Nosotros los Nobles como en Club de cuervos, pero él se apura en evitar la comparación. "La única similitud que le encuentro a la película es que somos el mismo equipo. Acá generamos un universo mucho más amplio, desde crear una nueva ciudad, con su propia clase de ricos que viven conspirando contra el otro. Es una mirada mucho más de cerca", explica. "Es algo distinto a la película, porque en Netflix nos dijeron a los actores que no tuviéramos miedo de probar cosas con el humor, de ir un paso más allá y nos tomamos muy enserio esa instrucción", dice Méndez sonriendo.
Si bien el centro de la trama es un club de fútbol, la serie no profundiza tanto en este como en las personas que hay fuera de la cancha y así lo sienten tanto su creador como sus protagonistas. "El fútbol es sólo un hilo conductor para el conflicto familiar. Hay una herencia de por medio y yo creo que eso cambia la dinámica de cualquier grupo de hermanos", dice Treviño. "Quería hacer una serie universal, y si fuera sólo de fútbol, habría fallado, ya que habría alienado a muchas mujeres. Mi objetivo siempre fue que mi esposa se enganchara con la historia", complementa Alazraki riéndose.
En 2014, Netflix alcanzó cinco millones de usuarios en Latinoamérica, con la mitad de estos residentes en México. Considerando que se espera que la cifra se duplique en los próximos tres años, no es extraño que la compañía haya apostado por una serie hablada en español, aunque todavía presenta el posible inconveniente de la diferencia de lenguaje entre el país del norte y el resto del continente, sobre todo con lo cargado de modismos que está el primer episodio.
Pero, a pesar de eso, Alazraki asegura que habrá algo para todos en Club de cuervos. "Es una historia sobre lo que pasa con el poder cuando cae en las manos equivocadas, de la rivalidad entre hermanos, de la traición y en ese sentido siento que es una crítica muy interesante al mundo del fútbol, que se podrá entender tanto en Argentina como España o Israel", asegura el creador.
Los 13 episodios de la primera temporada de la serie estarán disponibles este 7 de agosto en Netflix.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.