Coldplay lanza single que reproduce reconocido himno discotequero

<P>La banda estrena hoy <I>Every teardrop is a waterfall</I>, que usa el mismo comienzo de <I>I got to Rio</I>, original de Peter Allen.</P>




Difícil pensar en Coldplay cuando se escuchan los veinte primeros segundos del nuevo single de los ingleses. Los teclados rítmicos y sintéticos que marcan la obertura de Every teardrop is a waterfall -sencillo que se estrena hoy a nivel mundial y que funciona como aperitivo para la salida de su nuevo álbum- suenan a un ritmo ya conocido: se trata de I got to Rio, tema de 1976 y original del cantautor australiano Peter Allen.

El mismo inicio sampleado a principios de los 90 por una serie de bandas europeas -como los alemanes Chocolate o los españoles Lorca- que se hicieron un espacio en el dance pop, y que en Latinoamérica fue popularizado por The Sacados en el himno discotequero Ritmo de la noche (1991). Al menos en el continente, se trata de una melodía asociada a fuego con la versión de los argentinos.

¿Casualidad o un indisimulado tributo a una creación que hasta hoy anima los clubes nocturnos? A través de su sello EMI, el conjunto reconoce de manera oficial que se inspiró en la canción de Allen. De hecho, el propio Chris Martin, voz de los británicos, cuenta en un comunicado que se quedó con la armonía instalada en su memoria cuando vio las escenas de discoteca de la cinta Biutiful (2010), de Alejandro González Iñárritu, donde precisamente suena la versión de Ritmo de la noche facturada por Lorca. Además, la agrupación pondrá a Allen -cuyo tema ha sido reversionado por muchos artistas- en los créditos del sencillo.

La maniobra quiere evitar una serie de malos antecedentes que han asociado al cuarteto con ese concepto maldito llamado plagio. En 2008, el guitarrista Joe Satriani los demandó ante una corte de Los Angeles al considerar que el tema Viva la vida incorporaba porciones idénticas de su tema instrumental If I could fly (2004). Como respuesta, la banda dijo que jamás había escuchado la composición y que todo se trataba de una coincidencia. Por esos días, el desconocido grupo indie Creaky Boards también los acusó de usar una de sus melodías para inspirarse en el mismo Viva la vida. Antes, y al igual que en el caso de Allen, los hombres de Yellow calcaron trozos de Computer love (1981), de Kraftwerk, para Talk (2005), aunque incluyeron a los alemanes en los créditos.

Más allá del historial, Every teardrop... sitúa nuevamente a Coldplay como una agrupación hábil para despachar himnos épicos y pensados para los grandes estadios, bajo la eterna inspiración de U2. Aparte de su anecdótico inicio, la canción remata en un crescendo explosivo y que se trenza entre guitarras filosas y teclados.

El estreno mundial también supone un giro en su imagen, ahora más colorido y de tintes callejeros. Además, el tema fue grabado en su estudio londinense y es parte de su nuevo título, con salida para fin de año y que, hasta ahora, cuenta con las colaboraciones de Brian Eno y Marcus Dravs. La producción sucederá al exitoso Viva la Vida or Death and All His Friends (2008), que ya ha despachado 13 mil copias en Chile.

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