Cómo Begoña Basauri se convirtió en la actriz en ascenso de TVN

<P>La figura de <I>Los ángeles de Estela</I> es una de la principales cartas de la red estatal para protagonizar la teleserie sobre la Quintrala que haría Sigrid Alegría, quien se alejó del proyecto debido a su embarazo. Porque en tres años Basauri se ha ganado una alta evaluación en el área dramática del canal público.</P>




Ella podría ser la Quintrala. Porque luego de tres años en TVN, Begoña Basauri está convertida en una de las actrices mejor evaluadas y en ascenso en la estación pública. Y fuentes de la señal cuentan que la figura de 28 años es una de las cartas principales para reemplazar a Sigrid Alegría quien, debido a su embarazo, se alejó del rol de Catalina de los Ríos y Lisperguer en la teleserie que el canal público realizará para 2010.

En la red estatal comentan que, junto con el talento de Basauri, cuenta su buena disposición para enfrentar diferentes estilos y personajes, y la pasión que ha confesado que siente por hacer telenovelas. Aunque la actriz de Los ángeles de Estela prefiere mantener el bajo perfil frente al asunto y, sobre las versiones que la señalan para el papel que en 1987 tuvo Raquel Argandoña, responde: "Aparte de un par de personas que se me han acercado y me dicen 'Begoña, tú eres (la Quintrala)', conmigo no ha hablado nadie. Pero ya que la gente me diga 'deberías ser tú' lo encuentro súper bonito". Agregando que "no es algo en lo que me haya concentrado por el momento, porque sé que es un proyecto que está en verde y que había sido pensado para la Sigrid (Alegría)... No lo he pensado mucho. Paso más bien de largo con esos comentarios, porque tiendo a dispersarme súper fácil. Entonces creo que ahora mi matrimonio es con Los ángeles de Estela. Sería injusto conmigo y con el equipo empezar a poner mi energía en otro lado".

Buenos personajes

Sobre su buen momento televisivo, opina que es un camino que ha ido subiendo de a poco. "Me he ido ganando mi espacio muy piano piano, muy de abajo, y no todos los actores viven ese proceso. Llegan de distintas maneras a estar donde están. Siento que mi proceso ha sido bien dando la vuelta larga", explica. Y reconoce el apoyo que le ha dado María Eugenia Rencoret, directora del área dramática de TVN: "Creo que he tenido la fortuna de hacer buenos personajes y en eso tengo que agradecerle mucho a la 'Quena' (Rencoret), que es la que decide. Ella nunca me ha encasillado y eso me ha permitido conocerme como actriz. Porque actoralmente yo igual soy relativamente nueva. Terminé la escuela recién hace tres años y ella dice 'probemos a la Begoña en esto, probémosla en lo otro'. Tendría que ser mal agradecida en decir que me encasillaron en algo, porque no me ha pasado para nada".

Con papeles como el de Herminia en El señor de la Querencia, o su Laura en Los ángeles de Estela, Basauri ha llamado la atención. Porque las historias en la pantalla chica le encantan. "Yo amo hacer televisión. Me descuelgo de toda esa rama de gente que despotrica. Para mí es lo máximo. Todo el mundo ve televisión, entonces, que todos sepan que soy actriz me llena de orgullo". Por eso tampoco le importa el horario. Para ella está bien una telenovela a las 20 horas, o nocturna, como La Querencia o ¿Dónde está Elisa?, donde jugó un rol pequeño pero clave. "Creo que los dos horarios tienen de dulce y agraz", afirma. "Las nocturnas tienen una ganancia absoluta que tiene que ver con el rating, con el nivel de consumo masivo, de profundidad de los personajes, pero también hay escenas de otro costo. Son escenas de alto calibre, tienes que hacer más desnudos, lo que es más desgastante. En las otras, de las 20 horas, se crea un trabajo en equipo más sobrellevable, más agradable, que vuelve mucho más familiar el ambiente. Se comparte mucho más y se crean lenguajes comunes que se traspasan a los personajes", comenta. Aunque resume que "no me importa el horario, sólo me gusta actuar".

Y finalmente sobre su actual personaje en Los ángeles, donde es una joven caprichosa, que consigue a cualquier costo sus objetivos, dice que "ya me reconcilié con mi rol. Al principio estaba medio colapsada y ahora ya la amo, la encuentro muy entretenida... Me costó, porque mi personaje pasa demasiadas horas siendo mala onda. Entonces hubo días en que decía '¡no quiero pelear más!'. Y andaba con el mal genio a flor de piel".

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