Con tanquetas, policía brasileña expulsa a narcos de importante favela de Río de Janeiro
<P> Desde el lunes, los enfrentamientos han dejado al menos 30 muertos, la mayoría delincuentes. </P>
En el cuarto día de enfrentamientos entre la policía y bandas de narcotraficantes en diversas favelas de Río de Janeiro, las fuerzas de seguridad desplegaron ayer seis tanquetas blindadas cedidas por la Armada en el barrio de Vila Cruzeiro, considerado el principal fortín del grupo criminal que ha generado pánico en la ciudad, con decenas de incendios a vehículos. Hasta ahora, al menos 30 personas, en su mayoría narcos, han muerto, según cifras dadas a conocer por la prensa local. Los blindados, modelo M113, están equipados con armamento de guerra y son conducidos por militares, aunque las operaciones están siendo llevadas a cabo por la Policía Militarizada. Este despliegue, el mayor que ha realizado la policía en la ciudad según la prensa local, causó sorpresa en los cariocas y finalizó con la huida de los narcos de Vila Cruzeiro.
Durante la mañana, la policía concentró los blindados en la avenida Braz de Pina, la principal vía de acceso a Vila Cruzeiro, ubicada a los pies de un cerro en el norte de Río, y después procedió a penetrar la barriada, controlada por el Comando Vermelho. Las autoridades pretenden arrestar o abatir a los responsables de una ola de ataques contra blancos civiles y poner fin a la quema de vehículos. Sólo desde el domingo, los delincuentes han incendiado 55 en el área metropolitana de Río.
Tras el ingreso policial, narcotraficantes armados con ametralladoras y fusiles escaparon de la barriada y se guarecieron en una zona semiselvática. Desde ahí continuaron su marcha hacia otra favela, Complexo do Alemao, también en la zona norte de la ciudad.
El gobernador carioca, Sergio Cabral, no solo quiere poner fin a la violencia, sino que también intenta dar señales de seguridad, en vista de que Río de Janeiro será sede del Mundial de Fútbol de 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016. Las autoridades quieren poner alto a una serie de robos en masa a automovilistas y a los incendios de autobuses en muchas de las principales vías de la ciudad. El gobierno carioca cree que dichos robos pretenden impedir que la policía continúe con su campaña para desterrar a las pandillas de las favelas que, según The Associated Press, han controlado libremente.
En los últimos años, las fuerzas de seguridad han expulsado pandillas de 13 favelas. El plan, con miras a la Copa Mundial, es sacar a los narcos de 40 barriadas, que de todos modos son una pequeña fracción de las más de 1.000 favelas que hay en Río de Janeiro. En 2009, Cabral presentó ante el Comité Olímpico Internacional un plan de seguridad para garantizar la realización de los Juegos de 2016, en el cual se comprometió a instalar Unidades de Pacificación Policial en las favelas y expulsar a los narcos.
"La toma de ese territorio del narcotráfico demuestra la fuerza de nuestra policía, eso demuestra que estamos comprometidos en establecer la paz hasta 2016", dijo, optimista, el coronel Lima Castro, vocero policial. Por su parte, el titular de Defensa, Nelson Jobim, dijo esta semana que no es recomendable la participación de las Fuerzas Armadas en la represión del narcotráfico y otras tareas que sean ajenas a la seguridad.
"Esto es una guerra urbana, hay que recomendar a la gente que evite salir de sus casas, y los que tengan que salir caminen pegados a la pared y busquen refugio pronto", afirmó Paulo Storani, ex comando de los grupos de elite policiales.
"Esto es impresionante, he contado 250 bandidos con armas pesadas huyendo, nunca se vio este arsenal en poder de los narcos".
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