Conde italiano amplía la apuesta vitivinícola que inició en Chile en 1995

<P>Francesco Marone Cinzano es dueño en el país de la viña boutique La Reserva del Caliboro. Descendiente del clan italiano que hace 250 años comenzó a producir vermouth, ahora quiere crear un nuevo vino con cepas italianas.</P>




Un lugar, una persona, un vino. Esa es la filosofía de Francesco Marone Cinzano, perteneciente al clan italiano que hace más de 250 años creó el vermouth que lleva su apellido, pariente del rey Juan Carlos de España y parte del clan Agnelli, controladores del grupo Fiat y del club de fútbol Juventus.

Más allá de los títulos nobiliarios, el empresario-aristócrata se define como un wine maker. Y en Chile ha tenido la posibilidad de desplegar su principal pasión a través de La Reserva del Caliboro, la

viña boutique que creó hace más de 10 años en el valle del Maule, VII Región y que sólo produce un vino, hasta ahora.

Llegó al país gracias a la recomendación de Mariano Fernández, actual ministro de Relaciones Exteriores

y en ese entonces embajador de Chile en Roma. "El me convenció de venir y buscar un valle", dice. Ambos se conocieron a través de la asociación gourmand Slow Food.

El aterrizaje en el Maule

Ya antes había buscado terrenos en España y también en Australia, pero no estaba convencido, aunque sabía que tenía que expandirse, pues con la viña familiar Col d' Orcia ubicada en Montalcino, y que cuenta

con 142 hectáreas y que posee el vino sangiovese más prestigioso del mundo, el Brunello, tenían que

desarrollar nuevos vinos para aprovechar la estrategia comercial que lo obligaba a viajar alrededor del mundo durante gran parte del año.

Llegó a Chile en 1992, pero fue tres años después que dio con el valle de secano que actualmente alberga a La Reserva del Caliboro. La inversión total es cercana a los US$ 3 millones.

El terreno tiene en total de 230 hectáreas. De ellas, 50 hectáreas están destinadas a Erasmo, el vino estrella de la viña y 10 hectáreas están destinadas al proyecto vivero, donde producen para la venta a otras viñas cabernet sauvignon, cabernet franc y mouvedre. Para dar cuerpo al proyecto, Marone Cinzano vivió 10 años en el país junto a su señora su hija Nicoletta nació en Chile. Y aunque en 2005 volvió a Italia, viene a Chile constantemente para supervisar La Reserva del Caliboro, pero nunca está para las vendimias. "Me pongo demasiado nervioso", confiesa.

Pero ahora ha estado más de la cuenta en el país, porque está empeñado en ampliar el portafolio de cepas italianas de La Reserva del Caliboro como el pinot grigio y vermentino. "Estamos pensando en ampliarnos a otro vino, aunque es un proceso lento", sostiene. Lo cierto es que tienen el terreno y las nuevas cepas disponibles, por lo que las plantaciones comenzarán el próximo año.

Con todo, las ganas de ampliarse no le sobran y confiesa que a pesar de que en Chile cada vez más se produce vino en diversos valles todavía falta mucho por explorar. "La cordillera de la Costa es una mina de oro", sostiene.

Por el momento sigue adelante con Erasmo, vino del que producen 100 mil botellas al año y esperan llegar a las 130 mil botellas, no más. "Nunca he entendido a las viñas que producen 10 millones de litros y se llaman boutique", sentencia. Los principales mercados del vino son Canadá, especialmente Quebec, Suecia y Noruega, pero en total lo distribuyen en 35 países. "Este año enviamos nuestro segundo pedido a Hong Kong", dice.

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