Conozca las claves de la generosidad

<P>Todos somos generosos con otros en algún momento, pero a algunos les cuesta mucho menos. Una experta describe las situaciones que estimulan este rasgo.</P>




La Teoría Evolutiva ha dedicado mucho tiempo a investigar por qué las personas son generosas con quienes ni siquiera comparten lazos familiares. Hasta ahora, la respuesta más validada asegura que lo hacemos porque, de alguna forma, nos conviene. En la medida en que cooperamos con otros, generamos relaciones de confianza y apoyo, algo indispensable para la vida en sociedad.

Sin embargo, no todos manifiestan este rasgo de la misma forma. En una entrevista con la revista New Scientist, la investigadora experta en Filantropía de la Universidad Erasmus, en Rotterdam, Pamala Wiepking, explica qué condiciones obligan a las personas a volverse más generosas.

Recibir una petición completa

85% de todas las donaciones son hechas como respuesta a una petición directa, ya sea de un amigo, una institución con fines sociales o un anuncio publicitario. "La gente se siente obligada a donar, para mantener una cierta reputación social frente a otros. En general, las personas que más donan son aquellas a la que más veces se le pide hacerlo de manera explícita".

Formar parte de una asociación religiosa

Las personas religiosas tienden, en diversas condiciones, a donar más que las personas que no lo son. La investigación, sostiene Wiepking, sostiene que este es un rasgo verificable en muchas culturas. En general, esto se debe a los valores con los que estos individuos han sido criados y la influencia de una de las premisas principales de estas instituciones: la solidaridad. "Si te juntas con gente que dona, que puede ver si tú estás o no donando, entonces aprendes a cumplir con esas expectativas si lo que quieres es seguir perteneciendo a ese grupo social".

Tener menos de 75 años (pero no ser demasiado joven)

Entre más vieja es la persona, mayor es la probabilidad de que sea generosa, aunque este comportamiento declina después de los 75 años. "El economista Russell James y yo realizamos un estudio sobre esto. Inicialmente pensamoss que podía deberse a un declive en la habilidad cognitiva, pero no fue eso lo que encontramos. En vez de eso, descubrimos que la gente de más de 75 deja de donar porque se expone a menos situaciones en las que se pueden enfrentar a condiciones que los insten a dar. Son físicamente menos capaces de asistir a lugares donde se promueve la donación".

Ser mujer

Ellas tienden a ser más generosas. Eso se explica, en parte, porque son más empáticas y se preocupan más de los otros y de los problemas de inequidad. Los hombres donan más a los partidos políticos y tienden a ser más generosos en la medida en que tienen más dinero.

Pero, además, la especialista desbanca dos mitos muy populares sobre la capacidad generosa de las personas

La gente con más dinero no es necesariamente menos generosa

La mayoría de la gente dona cantidades similares en situaciones similares, dice Wiepking. "Cuando se trata de una campaña de donación puerta a puerta, se ha demostrado que la gente dona, en promedio, dos libras. Si se le pide a través de una carta directa, la gente tiende a donar, en promedio, diez libras, y eso es igual para las personas de todo tipo de ingresos".

La gente no alardea sobre sus donaciones

Wiepking comparó lo que la gente decía sobre la cantidad que donaba y los montos reales. "Lo que encontramos fue que la mayoría de la gente no miente sobre sus donaciones: es más, mucha gente tiende a creer que dona menos que lo real, especialmente entre gente que cree que la donación es un asunto privado y aquella con más dinero, que tiende a olvidar las donaciones relativamente pequeñas".

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