Controversia por logo de Santiago




EL LLAMADO a concurso para definir un logo que represente a la ciudad de Santiago ha terminado en polémica, por cuestionamientos que van desde la forma como se elaboraron las bases del concurso, hasta reparos con la estética misma de los logos semifinalistas -incluso sobre uno de ellos pesan acusaciones de plagio-, todo lo cual hace conveniente que esta iniciativa no siga adelante, pues difícilmente la opción que resulte ganadora logrará ser plenamente representativa. Estos desaciertos obligan a un especial cuidado en la forma como se llevan a cabo iniciativas ciudadanas de este tipo, porque además de implicar una fuerte frustración para quienes participan de ellas, conllevan una pérdida de recursos y siembran desconfianza en futuros proyectos de similar índole.

Mediante esta iniciativa -que fue organizada por la Municipalidad de Santiago y otros seis municipios, además del Servicio Nacional de Turismo- se ha buscado crear un logo que sirva como marca turística oficial de la ciudad de Santiago, tal como ocurre con otras importantes urbes. Se trata de una idea que bien ejecutada podría ser útil para efectos de posicionar la identidad de la ciudad a nivel internacional. Sin embargo, el escaso tiempo en que se ha desarrollado este concurso -apenas algunos meses- y el que finalmente sea una votación ciudadana la que defina al ganador, supone cierta improvisación que no se condice con el objetivo buscado.

Los organizadores del certamen han aplazado el resultado final en una semana -para dar más tiempo a la votación-, pero los antecedentes de que las bases no han sido respetadas plenamente y ante la falta de aclaración de si hubo plagio o no, lo razonable sería no seguir adelante con esta iniciativa y retomarla una vez que sea posible asegurar que estos errores han sido corregidos y se pueda garantizar un alto nivel de excelencia en todas las etapas.

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