Conversar sobre el clima no es tan trivial como creíamos

<P>¿Dialogar sobre el frío que hace o el último episodio de la teleserie le parece un acto intrascendente y sin propósito? No se preocupe, porque nuevas investigaciones reivindican estas interacciones, ya que no sólo expanden nuestro círculo social y mejoran nuestra salud física y mental, sino que además aumentan la capacidad cognitiva. </P>




Nadie dudaría del impacto que tienen sobre nosotros esas conversaciones profundas que sostentemos con amigos de toda la vida y que se producen cuando más las necesitamos. Problemas sentimentales, laborales o existenciales: todo se resuelve mediante una buena charla con ellos. Sin embargo, nuevos estudios están comprobando que las conversaciones triviales, aquellas que parten con frases como "qué frío estuvo el fin de semana", también tienen un enorme efecto sobre nosotros. Aunque nunca lo sospechemos.

Según los especialistas en el tema, estos diálogos no sólo amplían nuestra red social, y con ello mejoran nuestro bienestar físico y sicológico, sino que incluso son capaces de mejorar el funcionamiento de sistemas cerebrales tan importantes como los vinculados a la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento mental.

¿Pero qué son, exactamente, estas conversaciones? Generalmente son caricaturizadas como "conversaciones sobre el clima"... y eso es, literalmente, lo que son. Según el experto en el tema y profesor de sicología de la U. de Michigan (EE.UU.), Oscar Ybarra, estos intercambios son los que se producen entre dos personas que no se conocen muy bien y que comienzan a hablar sobre temas muy generales. "Los tópicos comunes son el tiempo o la política, cosas de ese tipo, sin mucha trascendencia. Esto se produce cuando no hay mucha profundidad ni historia en la relación", dice a Tendencias.

Una mente más despierta

Luego de estudiar varios años este fenómeno, el doctor Ybarra se ha encontrado con una serie de hallazgos relevantes, pero quizás el que más llama la atención es el que detalla el efecto de las conversaciones triviales sobre la función ejecutiva del cerebro. Esta, como sistema, es la responsable de la forma en que tomamos decisiones, del monitoreo de las propias acciones y la habilidad de suprimir las distracciones internas y externas, o sea, la regulación de la concentración. También es clave en el funcionamiento de la memoria de trabajo. Esta permite sacar a flote el conocimiento almacenado con el fin de realizar distintas tareas y actúa, por ejemplo, cuando durante una conversación citamos una frase que escuchamos en una película o serie televisiva.

En uno de sus experimentos, Ybarra logró medir cómo la interacción social afectaba el desempeño mental. El estudio utilizó a 76 estudiantes de entre 18 y 21 años, los que fueron asignados a tres grupos. El primero tuvo una conversación trivial durante 10 minutos. El segundo se dedicó a realizar tareas intelectuales durante el mismo tiempo, como actividades de comprensión de lectura y puzzles. El tercero, el grupo control, vio por 10 minutos la serie Seinfeld. Luego, todos se sometieron a diferentes tests para medir su velocidad de procesamiento y su memoria de trabajo.

La conclusión fue clara: la interacción social superficial mejoraba el desempeño intelectual a un nivel similar al logrado por tareas cognitivamente demandantes, como la comprensión de lectura.

Según Ybarra, esto ocurre porque "cuando tratas de mirar las cosas desde la perspectiva de otra persona e interactúas con ella, tu cerebro se vincula con los mismos procesos que desempeña la función ejecutiva cuando enfrenta una tarea nueva. Se activa el mismo proceso mental, porque una conversación es dinámica, no sabes qué va a pasar". El investigador agrega que al dialogar "hay que tener en cuenta qué es lo que acabas de decir y anticipar lo que la otra persona dirá, además de mantener una enorme cantidad de información en la cabeza. En esta dinámica hay mucho monitoreo, que es el mismo que utilizas para resolver tareas cognitivamente más desafiantes".

No sólo eso. El profesor, sicólogo y experto en el tema de la U. de Indiana, en Southwest (EE.UU.), Bernardo Carducci, explica a Tendenciasque incluso la creatividad puede verse beneficiada con este tipo de conversación. "La clave para tener una conversación exitosa es ser capaz de conectar tus ideas con los pensamientos de otros. Esa es la base del razonamiento divergente (búsqueda de alternativas creativas y diferentes para la resolución de un problema), que a su vez es la piedra angular de la creatividad".

Vida más saludable

Carducci comenta que las conversaciones triviales tienen un beneficio básico que, por obvio, muchas veces se pasa por alto: "Estos diálogos pueden conducir a eventos importantes. Cada romance, cada negocio, cada gran amistad comienza con una conversación trivial. Además, cuando tienes más amigos es más fácil encontrar a personas con las que salir en una cita, personas de las cuales enamorarte y es más fácil encontrar trabajo. Y las personas con más conexiones sociales son más saludables y más felices".

Así lo han probado diversas investigaciones, como un estudio australiano de 10 años que estableció que las personas con un mayor círculo de amigos tenían 22% menos de posibilidades de morir durante el período de la investigación. O un reporte de Harvard, que probó que las personas con fuertes lazos sociales tienen una mejor salud cerebral a medida que envejecen.

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