Corema aprueba controvertida termoeléctrica en medio de protestas

<P>Por 15 votos a favor -todos funcionarios de gobierno- y cuatro en contra, se respaldó la construcción de Barrancones en La Higuera. </P>




Congregados improvisadamente a través de Twitter y Facebook, unos dos mil manifestantes marcharon ayer por el Paseo Ahumada de Santiago, para protestar por la aprobación que dio durante la mañana la Corema de Coquimbo al proyecto de la multinacional franco-belga Suez Energy, para construir una central termoeléctrica en la caleta de Chungungo, comuna de La Higuera.

Las manifestaciones que se replicaron en algunas ciudades del país, fueron seguidas con atención en La Moneda, ya que apuntaban al Presidente Sebastián Piñera. Esto, por una entrevista que el Mandatario dio durante la campaña presidencial en radio El Conquistador, donde, al ser consultado sobre si se oponía al proyecto -ubicado a 21 kilmetros de la bahía de Punta de Choros y de la reserva nacional de Pingüinos de Humboldt-, declaró que "yo me voy a oponer a todas las plantas termoeléctricas que afecten gravemente contra la naturaleza, las comunidades o la calidad de vida".

Según argumentan en La Moneda, el Mandatario no está incumpliendo su compromiso, ya que, según los antecedentes de la Corema, el proyecto Barrancones cumple con la normativa ambiental.

Así lo señaló la vocera Ena von Baer quien afirmó que "lo que dijo el Presidente cuando era candidato es que él se opondría o se opone a toda termoeléctrica que atente contra el medioambiente. Ese compromiso sigue absolutamente vigente".

No obstante, en Palacio señalan que Piñera está atento a la reacción ciudadana y que la iniciativa puede ser revisada por el consejo de ministros de la Conama.

La votación

La iniciativa fue aprobada por 15 de los 19 miembros de la Corema. Todos votos de funcionarios de confianza de Piñera, como el intendente de Coquimbo, Sergio Gahona, además de los gobernadores y seremis regionales.

Mientras que los cuatro consejeros regionales -tres de oposición y uno oficialista- se opusieron.

El proyecto considera una inversión de US$ 1.100 millones y generará 540 MW. Ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en diciembre de 2007 y debió ser votado en octubre de 2009, pero ante los reparos formulados por los servicios públicos, la empresa consiguió un aplazamiento en la tramitación.

Gahona explicó que la aprobación fue condicionada al cumplimiento de "altos estándares ambientales".

Entre las exigencias, se encuentra contar con desulfurizador de gases, para minimizar emisiones de dióxido de azufre; un precipitador electrostático, para abatir las emisiones de material particulado, y un dispositivo de reducción catalítica selectiva, para reducir emisiones de óxidos de nitrógeno".

Pese a ello, grupos ambientalistas afirman que el proyecto sería "perjudicial". Alex Muñoz, director de Oceana, dijo que "se acabará con uno de los ecosistemas más ricos del mundo" y anunció que recurrirá a la justicia por este caso.

Por su parte, el director de Conama, Ignacio Toro, dijo que "el gobierno reafirma su postura de lograr un desarrollo sustentable asegurando la protección del medioambiente. Lo que digan los parlamentarios o la ciudadanía no tiene fundamento".

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