Corleone toma medidas para dejar de ser vista como la ciudad de la mafia

<P>La localidad siciliana de donde provienen los dos últimos jefes de la Cosa Nostra detenidos en Italia busca cambiar de imagen. El alcalde asegura que la ciudad "está libre del peso de los jefes mafiosos" y apuesta a promover sus riquezas culturales. Además, se han confiscado tierras de mafiosos para dar puestos de trabajo en el sector agrícola.</P>




Ha inspirado novelas y películas míticas y en sus calles han crecido algunos de los líderes mafiosos más poderosos de la historia del crimen organizado. Sin embargo, los habitantes de este pueblo de 11.000 persnas, situado en el corazón de Sicilia, están cansados de que su nombre se asocie siempre con la mafia y han lanzado varias iniciativas para que los turistas que la visitan acudan también atraídos por su naturaleza y su patrimonio artístico. Al fin y al cabo, Corleone es conocida como la 'Ciudad de las cien iglesias'.

Corleone adquirió fama internacional gracias a 'El Padrino', la novela de Mario Puzo que Francis Ford Coppola llevó al cine con enorme éxito. Don Vito Corleone estaba basado en un personaje real, Don Carlo Gambino, nacido en Palermo. Pero, aparte de la ficción, lo cierto es que Corleone ocupa un lugar destacado en la historia de la mafia gracias, sobre todo, a dos de sus vecinos: Salvatore 'Totò' Riina, que gobernó la banda de Los Corleoneses durante 20 años hasta su detención en 1993, y Bernardo Provenzano, que tomó su relevo. Este fue arrestado en 2006 en una granja cercana a Corleone, tras 43 años prófugo. Otros jefes mafiosos que dejaron huella fueron Luciano Liggio, Leoluca Bagarella o Michele Navarra, que también nacieron allí.

Los últimos alcaldes se han esforzado por intentar desvincular la imagen del pueblo de la mafia. En el sitio web del municipio de Corleone, el actual alcalde, Nino Iannazzo, de 35 años, sostiene que se trata de un capítulo del pasado. En la página aparece una foto de Provenzano en el momento de su detención "para mostrar algo que ocurrió, que ya no existe y que no volverá a ocurrir", según el alcalde, que presenta una Corleone distinta: "Es distinta porque es libre, libre del peso de los jefes mafiosos arrestados, de los condicionantes del poder".

Terrenos confiscados

En los últimos años se han confiscado terrenos a los jefes mafiosos de Corleone que están generando nuevos puestos de trabajo en el sector agrícola. Algo fundamental en una región azotada por el paro, especialmente entre los jóvenes, cuya única alternativa hasta hace poco era emigrar a otras zonas de Italia.

"Queremos que Corleone deje de ser conocida como un pueblo de 'Coppole e lupare' (boinas y escopetas)", explica Marilena Comaianni, encargada de promover el Museo de la Mafia -que se ha convertido en fuente clave de documentación para la lucha antimafia. Según ella, la vida en Corleone en la actualidad tiene poco que ver con su fama: "Tengo 31 años y desde que yo nací la mafia ha matado 'sólo' a tres personas (uno de los hijos de Riina fue condenado por los tres crímenes, perpetrados en 1995). Realmente, es un lugar tranquilo", asegura.

La esposa de Riina, así como la mujer y los dos hijos de Provenzano, siguen viviendo aquí. Pero según se dice en el pueblo, los vástagos de Provenzano no han seguido los pasos de su padre. "A pesar de lo que mucha gente piensa, aquí vivimos muy tranquilos", afirma una empleada de la Oficina de Turismo, mientras traza en un mapa una ruta por los lugares más destacados del pueblo.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.