Corte europea resuelve el retiro de crucifijos de los colegios públicos

<P>La decisión del Tribunal de Estrasburgo surge tras fallar a favor un recurso presentado por una italiana en 2006, quien demandó al Estado italiano por no retirar esos símbolos religiosos de la escuela donde estudiaban sus hijos.</P>




Italia viola el derecho de los padres a educar libremente a sus hijos, al imponer la presencia de crucifijos en las salas de clases de las escuelas públicas. Este fue el fallo unánime emitido ayer por la Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, Francia. La decisión que fija un inédito precedente para todos los países europeos, establece que las escuelas públicas deberán sacar el símbolo cristiano de las aulas ya que su existencia "restringe el derecho de los padres a educarlos según sus propias convicciones y viola el de los menores a creer o no creer", argumentó la corte.

Entre otros puntos, el tribunal concluyó que la "educación pública debe fomentar el pensamiento crítico y que el Estado no debe imponer su pensamiento a individuos que dependen de su autoridad".

La resolución judicial, que marca un nuevo capítulo de un prolongado debate en varios países europeos sobre la exihibición de símbolos religiosos, generó inmediata controversia en Italia, donde el 90% de su población se confiesa católica. La primera reacción oficial la dio la ministra de Educación italiana, Mariastella Gelmini, quien dijo que la presencia del crucifijo en las salas "no significa adhesión al catolicismo, sino que es un símbolo de nuestra tradición". Además, el gobierno del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, adelantó que apelará al fallo ante la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, conformado por 17 magistrados.

La resolución de los siete jueces europeos dada a conocer ayer también condenó a Italia a pagar US$ 7.340 por perjuicios morales a la ciudadana italiana, Soile Lautsi -de origen finlandés- quien en 2002 presentó los primeros recursos legales exigiendo que los símbolos católicos fueran retirados de la salas donde sus hijos -de entonces 11 y 13 años- estudiaban en la localidad de Abano Terme, al noroeste del país. Luego que las cortes italianas desestimaron sus exigencias, la mujer presentó un recurso en 2006 ante la corte de Estrasburgo. Desde 1920 la ley italiana exige que los crucifijos estén en las aulas.

Polémica europea

El caso vuelve a reabrir el debate sobre los símbolos religiosos en Europa. El tema alcanzó especial atención en la primera mitad de la década en Francia luego que el entonces Presidente Jacques Chirac promoviera una ley para vetar tanto el uso del velo islámico, como la kipá judía y los crucucifijos cristianos en escuelas y oficinas públicas. La norma fue finalmente aprobada en 2004. A ello se sumaron polémicas en Reino Unido donde una alumna fue expulsada de una escuela por llevar un crucifijo en 2005 y en Alemania tras el despido de una mujer de la compañía British Airways por el mismo motivo.

La resolución de la Corte Europea de Derechos Humanos recibió una dura respuesta del Vaticano. El portavoz Federico Lombardi expresó su "pesar" por la resolución. "La sentencia ha sido acogida en el Vaticano con estupor y pesar", dijo Lombardi, quien agregó que "el crucifijo ha sido siempre un signo de ofrecimiento del amor de Dios, y de unión y acogida para toda la humanidad. Lamento que sea considerado como un signo de división, de exclusión o de limitación de la libertad. No es así, y no lo es en el sentir común de nuestra gente".

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